Desde ayer está en Mercedes el caminante brasileño Marcelo Monti, Hermano Franciscano que inició una caminata por el mundo que le llevará diez años, motivado por diferentes propuestas, entre las que está hablar abiertamente sobre el sida.
En su pequeño equipaje se observa el símbolo del VIH y el nombre de su proyecto que es “Camino de Aline, una vuelta al mundo a pie, por la vida y contra el sida”.
Comenzó esta experiencia el 28 de agosto, día en que cumplía 40 años, partiendo desde Porto Alegre para ingresar a Uruguay como primer país de los muchos que recorrerá en los próximos años.
Sobre su vida indicó que desde niño y por una situación familiar se mudó muchas veces de ciudad por lo que parte de esta experiencia está vinculada con esa temática y también con la espiritualidad que transmite San Francisco de Asís quien decía que quería que los Hermanos Capuchinos viviesen como peregrinos y forasteros en este mundo.
Cuando estuvo en el noviciado, su maestro los invitó a salir como lo hacía San Francisco caminando durante 13 días, por lo que vio era posible hacer una experiencia de este tipo viviendo de manera simple yendo al encuentro de la gente.
Explicó que la muerte de su hermana a los 28 años afectada por el sida, lo marcó profundamente y le demostró que la vida es muy corta. También incidió su experiencia tras realizar el camino de Santiago en Compostela, por lo que un día le propuso a sus superiores este proyecto y así fue preparándose para recorrer diariamente unos 30 ó 40 kilómetros.
“Mi hermana no trató su enfermedad por miedo a ser rechazada, por prejuicios y a través de este recorrido quiero hablar de vida, esperanza y de prevención al sida. Creo que sobre esta enfermedad hay que hablar todos los días, reflexionar con los jóvenes y debemos luchar para que no sigan falleciendo más personas y que no se sigan infectando.
Uruguay fue mi primer país en este largo recorrido y realmente en cada lugar que he estado me han hecho sentir como en mi hogar. Para mí lo más importante es conocer las historias de las familias, entré en sus vidas y eso es lo que hace a una comunidad, a un país.
Hasta ahora he logrado una cadena de amigos que me esperan en sus pueblos, otros me han acompañado por varios kilómetros caminando junto a mí, me ofrecen alimentos y todo eso realmente es muy válido cuando se inicia un desafío como este. Espero que al cumplir un año de este recorrido esté llegando a Ecuador y así poco a poco continuaré hasta cumplir mi objetivo”.
El viernes estará partiendo hacia Fray Bentos y desde allí cruzará hacia Argentina. Quienes deseen seguir su recorrido lo pueden hacer a través de la página de Facebook o Instagram: caminho de Aline donde quedan registradas muchas de sus experiencias y fotografías.