Noam Chomsky sostiene que en el reloj de la historia la humanidad está a dos minutos y medio de la "medianoche" indicada como el fin de los tiempos para esta civilización. "Saber si ser inteligentes en lugar de estúpidos es un beneficio es la respuesta que tenemos que encontrar" dijo en el cierre de la confederencia dictada en el Salon Azul de la IMM de Montevideo ante una selecta platea. El filósofo y pensador razonó que es altamente improbable encontrar inteligencias extraterrestres y que la especie humana se acerca a su fin rápidamente por no saber encontrar maneras armoniosas para vivir. Hablando en ingles y con traductor, Chomsky basó su teoría en que las más de 50 mil especies que habitan el planeta tienen un ciclo existencial de 200.000 años la edad del desarrollo humano para el cual la inteligencia le ha jugado en contra. A diferencia de las bacterias y los escarabajos capaces de una supervivencia excepcional, los humanos podrían haber encontrado en el desarrollo de la ciencia fórmulas maravillosas, pero la ambición de poder y dominio los conduce directamente a la autodestrucción. Analizó fundamentalmente el desarrollo de la humanidad después del fin de la segunda guerra mundial que marcó a su vez el comienzo de un tiempo decisivo en la aceleración del reloj de la historia. Así, las manecillas del minutero fueron colocadas en el lugar de las Menos Cuarto de un reloj común y el fin de la humanidad en el lugar de la Medianoche, midiendo de esta forma la velocidad en que la vida se acerca al final. Una serie de acontecimientos entre las superpotencias incapaces de autoregular sus propios poderes nos han estado acercando peligrosamente a la Medianoche del que nos separan según el ejemplo manejado por los expertos en poco más de dos minutos y medio. Chomsky denunció las maniobras para esconder a los pueblos la verdad de la economía y las relaciones entre el poder, la política y los negocios y concluyó en que intentos como el de Nikita Kruschev guardados secretamente por la ex URSS fracasaron ante EEUU para desarmar al mundo. La carrera hacia la autodestrucción ya estaría en consecuencia fuera de control.