El diputado Gustavo Penadés, del Partido Nacional, sostuvo que el gobierno "se equivocó en todas las previsiones" económicas. Calificó como "la más dramática equivocación de pronóstico" a la previsión de crecimiento para el quinquenio, que el gobierno fijó en 14% del Producto, y a mediados de 2016 terminó por reconocer que el crecimiento en los cinco años sería de 7%. "Los gastos siguen, y por eso hay que ajustar", sostuvo el diputado.
Para Penadés "será la gente quien pague este ajuste fiscal, porque los ingresos futuros en un 75% serán por el aumento del IRPF".
Desde la bancada oficialista se le recordó a Penadés que en el gobierno blanco de Luis Alberto Lacalle (1990-1995) también hubo un ajuste fiscal, lo cual el diputado reconoció como cierto.
"Los ajustes fiscales en el pasado eran sobre economías que no tenían crecimiento a una tasa de 5% del Producto en los pasados quince años", dijo, como ha sucedido en los gobiernos del Frente Amplio desde 2005.
El frenteamplista Alfredo Asti recordó que en los últimos tiempos hubo una desaceleración de la economía más rápida que lo esperado, "que impactó fuertemente en la actividad y en el nivel de ingresos del Estado".
Por eso explicó que "para que no haya costos sociales mayores es necesaria esta consolidación fiscal que asegure la estabilidad de los procesos".
Con este ajuste la idea del gobierno es bajar un punto porcentual el déficit fiscal.
Asti sostuvo que el gasto público tiene "rigidez" y por eso no es posible que haya mayores abatimientos "sin afectar las políticas públicas. Y por esto hay que recurrir a los ingresos".
El diputado señaló que este plan del Poder Ejecutivo tiene más recaudación por concepto de impuestos director al trabajo, al capital y a la empresa, y menos por medio de impuestos indirectos como el IVA, cuya tasa básica se rebaja del 8% al 6% para operaciones con dinero electrónico. Destacó que la idea del Ejecutivo es "gravar los ingresos más altos".