La joven deportista de veinte años que jugaba al fútbol y no tenía ninguna relación con el narcotráfico, es una pieza clave en la que trabaja la policía luego de que su cadáver fuera encontrado calcinado junto con otros dos en el interior del vehículo que se encontró incendiado en Montevideo.
Su familia había realizado la denuncia policial y era intensamente buscada hasta que se confirmó ayer que su cuerpo pertenecía a uno de los tres cadáveres encontrados calcinados en la zona de Colón.
El hecho se vincula con un ajuste de cuentas en el marco de una guerra de dos bandas rivales, pero Micaela no encaja en ninguna teoría.
La disputa del mercado de drogas en la zona es casi con seguridad la causa por la que una de las bandas decidió el dramático final. De los tres, la joven Micaela era deportista del club Galand y era hija de Laura Alberti, la primera mujer representante del Sunca en la mesa representativa del PIT-CNT.
La policía quiere determinar cómo la joven terminó dentro del auto junto con Brian Silvera un sobrino de Claudia Silvera, la mujer que en octubre del año pasado fue secuestrada en Sayago delante de sus hijos y cuyo cuerpo aparecería después también calcinado dentro de su auto en la zona de Tres Ombúes.
Claudia Silvera era la esposa de Wellington Segade, alias "El Tato", un hombre vinculado a la barrabrava de Peñarol y conocido narcotraficante del barrio Cuarenta Semanas, asesinado en octubre del 2015.
Aún no se ha podido establecer la identidad del tercer cuerpo, para saber si fueron asesinados antes de introducirlos al automóvil o como consecuencia del incendio del vehículo que apareció en Camino Paso de la Cruz esquina Carlos A. López.