La experiencia de la empresa constructora COPASA de España, que ganó el llamado para reparar la Ruta 14 a un costo de 524 millones de dólares, fue considerada muy negativa por el periodista Samuel Esperanza de Diario Concepción.
Esperanza dijo ayer en Radio Carve, que Concepción (la segunda ciudad en importancia) sede de la Copa América 2015, conoció su primer relacionamiento con COPASA a raíz precisamente de los preparativos para la Copa. Efectivamente, en 2013 cuando comenzaron los trabajos de remodelación del principal estadio de la ciudad, existía una profunda expectativa. Un año después del comienzo de las obras, éstas habían avanzado apenas un 11%, poniendo en peligro la realización de la Copa y el Campeonato Mundial Sub 17 que vendría después. La licitación había sido ganada por trato directo, gracias a un lobby. En mayo del 2014 el nuevo gobierno de Chile decidió dar por terminado el contrato.
Esta misma empresa fue la que tuvo a su cargo la remodelación del estadio de La Serena en el norte chileno y que quedó en muy mal estado, dado que un mes después de inaugurado se anegó por completo, debido a su deficiente diseño. En un inicio el presupuesto rondaba los 12.000 millones de pesos, pero a medio camino solicitaron más dinero pasando de 12.000 a 25.000 millones de pesos, lo que prendió las alarmas de las autoridades, que a su vez sabían que la misma empresa se había hecho del proyecto del Puente Bicentenario.
Durante el terremoto de 2010 uno de los principales puentes tuvo que ser derribado por las condiciones en las que quedó y el nuevo puente se licitó y quedó en manos de COPASA. Dos años después tampoco terminó el trabajo y tuvo que liquidarse el contrato, pasándosele la responsabilidad a una constructora nacional para continuar la obra que estará culminada según se espera a fines de este año.
Por su parte en Valdivia el puente Cau Cau cobró notoriedad mundial por haberse construido al revés. Iba a ser el primer puente basculante que finalmente quedó mal hecho. En esta ocasión se trataba de una empresa socia de COPASA, la española Azvi que también dejó a medio hacer un puente en la región 7.
Según el periodista Esperanza, la empresa tiene como modus operandi, licitar bajo para ganar la licitación pero dejar los proyectos a medio camino.
En el caso del Cau Cau, se presupuestaron 12.000 millones de pesos, luego se adjudicó a otra empresa pero de aquellos 12.000 millones de pesos los chilenos no supimos más.
En Chile, la historia le pesó en contra al punto que hoy está evitada de toda licitación nacional según versiones no oficiales, pero conocidas a niveles empresariales.
El periodista también recordó que en España, durante el gobierno de Mariano Rajoy la empresa tuvo al gobierno "de cabeza" con retrasos importantes en obras fundamentales como la autovía en la costa de La Coruña y un retraso de más de un año en la construcción de la vía del tren de alta velocidad que terminó por convencer a las nuevas autoridades de Chile bajo el segundo gobierno de Bachelet para que en el 2014 se diera por terminado por adelantado los contratos con la empresa COPASA.
En Concepción, en Calama y en el Puente Chacabuco, la empresa estuvo en vías de quebrar.