El actor británico Roger Moore murió a los 89 años a causa de un cáncer, según anunció su familia en la cuenta oficial de Twitter del artista. Moore fue célebre por su trabajo en la serie televisiva El Santo, entre 1962 y 1966, pero principalmente por su rol como James Bond en el cine, que encarnó durante siete películas.
Moore, nacido en Londres en 1927, murió en Suiza y será enterrado en una ceremonia privada en Mónaco, según explicaron sus tres hijos en el comunicado que informa sobre su muerte.
Comenzó a actuar luego de completar el servicio militar obligatorio y de estudiar por un breve período en la Royal Academy of Dramatic Art (RADA), una de las escuelas de actuación más famosas del mundo. Comenzó como modelo, para luego realizar algunos roles breves en televisión y cine.
Su primer rol conocido fue el de Simon Templar en la serie de espionaje y misterio El Santo, que marcó varios de los rasgos de su futura encarnación de James Bond, con la cual debutó en 1973.
Moore fue el tercer agente 007 en la pantalla grande. Sucedió a Sean Connery y a George Lazenby (que solo lo interpretó en una película). Su debut como el agente fue en Vive y deja morir, y se prolongó durante siete películas, lo que lo convirtió en el actor con más interpretaciones del agente en su currículum, y con una trayectoria de 12 años es el intérprete que más tiempo mantuvo el rol.
El actor contó que para interpretar al espía tuvo que cortarse el pelo y bajar de peso, conformando una versión célebre por su sentido del humor y por trabajar en algunas de las películas más disparatadas del espía, como Moonraker, misión espacial (que llevó a Bond al espacio) o El hombre con el revolver de oro.
Moore fue el James Bond más viejo, y se retiró del papel con 58 años. Su carrera prosiguió en cine, televisión y teatro. También se dedicó a la escritura de su autobiografía y sus memorias, y tomó el rol de embajador de Unicef, una muestra de su amplia labor humanitaria, que le valió en 2003 recibir el título de Caballero.