La situación de miseria, como cataloga la presidenta del Sindicato Único de Trabajadores Rurales que nuclea diferentes ramas dentro del mismo, que vive el sector ha llevado a que se solicite una entrevista al Dr. Tabaré Vázquez a fin de analizar la realidad. Aún se encuentran a la espera de una respuesta del primer mandatario.
María Flores, mostró en las últimas horas su preocupación y fue categórica al señalar que el panorama de los trabajadores rurales está muy complicado. Por esta razón, dijo, “le solicitamos recientemente por escrito, a través del prosecretario Juan Andrés Roballo, una entrevista al presidente Vázquez para que escuche la posición de los trabajadores. Creemos justo que así como escucha a la Asociación Rural o a la Federación Rural debe escuchar la posición de los trabajadores”.
Añadió que “es “insólito que se tenga un ficto irrisorio de alimentación y vivienda de $3.020. Teniendo en cuenta que el sueldo de un peón base es de $15.400 y en muchos casos vienen incluidos esos $3,020”.
Los Arroceros
La dirigente se lamentó por la política de la empresa Arrozal 33, instalada en el Departamento de Treinta y Tres, que, según sus expresiones, “persigue a los dirigentes sindicales. Recordó, además, que días atrás el campamento que tenían los trabajadores fue incendiado. Lo cierto es que a los compañeros sindicalizados se los persigue de forma sistemática en todo momento. Cada cosa que hacen puede ser cuestionada y ser motivo de despido, sólo porque forman parte del sindicato”.
Aseguró que “se han realizado denuncias ante la Dirección Nacional de Trabajo y a las reuniones concurren los abogados de la empresa y manifiestan que no tienen ningún poder de resolución. Por eso el reclamo hoy es que las autoridades de Arrozal 33 den la cara ante los trabajadores y el país. Nos encontramos, por ejemplo, con que hay compañeros que están en penitencia y lo destinan a carpir espinas. Algo totalmente insólito.
En los próximos días una delegación del sindicato de los trabajadores de Arrozal 33 nuevamente se volverán a reunir con las autoridades de la Dinatra y la esperanza es que de una vez por todas surja una solución que les permita desarrollar sus actividades sin el temor de ser marginados.
Las negociaciones en Rocha no han prosperado y es por eso que el conflicto se traslada a la capital del país. Los representantes en el interior del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en muchos casos dan pena por la falta de profesionalismo y determinación a la hora de defender a los trabajadores”, subrayó la dirigente.