Mientras el ejército de Venezuela promete lealtad al Presidente Maduro, la temperatura sigue subiendo en Venezuela. La "guerra de las marchas" puede desembocar en una situación inesperada.
Habrá mañana una gran marcha en su contra y otra a favor, mientras Maduro anunció que los ciudadanos tienen que definirse. "No es tiempo de traidores ni de vacilantes, hay que definirse si estamos con la Patria o en contra de ella".
El mandatario ordenó a los militares desfilar y salir a las calles para reafirmar la unión cívico-militar, mientras los adversarios preparan para mañana una gigantesca marcha en la conmemoración del primer grito independentista donde se exigirán elecciones y respeto a la autonomía del Parlamento único de los poderes públicos que está controlado por la oposición.
Se promete que la de mañana miércoles será la "mamá de las marchas", pero el oficialismo también asegura que ese día colmará las calles de Caracas.
Las protestas ya han dejado cinco muertos, decenas de heridos y más de un centenar de detenidos, pero ahora el anuncio de Maduro de que armará a la población primero con 500.000 fusiles y luego llegando a un millón, ha despertado la preocupación mundial.
Además, hay un alerta sobre una eventual amenaza de intervención de Estados Unidos en Venezuela.
En efecto, intelectuales y políticos alertaron al mundo que Venezuela vive bajo un acoso mundial descomunal injusto e ilegítimo de parte de Estados Unidos y la derecha de la región, que buscan adueñarse de sus riquezas naturales.
De este modo instan a los pueblos, gobiernos y parlamentos de la región, a repudiar toda intervención política, económica y militar de parte de los Estados Unidos y sus aliados en la región, exigiendo respeto por la soberanía de Venezuela.
Agitación en Pro y en Contra
De este modo los venezolanos se han seguido dividiendo bajo dos consignas bien marcadas: unos sostienen que Maduro ha instalado una dictadura que avasalla todos los derechos del pueblo, les priva hasta de los alimentos y desbarranca al país económicamente y otros a la inversa, están convencidos de que Venezuela viene siendo atacada por quienes pretenden quedarse con sus recursos naturales. Así, no será difícil que el país entero ingrese en una sangrienta guerra civil, dado que las consultas y estimaciones de los sondeos y encuestas, concluyen en que la mitad del país mira en un sentido y la otra mitad en el opuesto.
Derecho a Manifestarse
A todo esto, once países latinoamericanos, pidieron a Venezuela que garantice el derecho pacífico a manifestarse en una declaración en la que también se rechaza la violencia y se expresa profundo pesar y rechazo por los muertos ocurridos en los últimos días.
Los firmantes fueron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay.
La actual ola de protestas estalló el 1º de abril cuando el Tribunal Supremo de Justicia, levantó la inmunidad de los Diputados.
Venezuela Militarizada
Ante la semana de protestas contra Maduro, la ciudad de Caracas muestra una fuerte presencia de efectivos militares que se han desplegado con la consigna de "garantizar la seguridad". Maduro mostró videos y audios en los que su gobierno busca incriminar a los detenidos en las protestas con terrorismo.
Según la oposición, el régimen ha acudido a la tortura para presionar a los presos políticos.
Situación del Periodista Uruguayo
El periodista de origen uruguayo, detenido junto a su camarógrafo en un aeropuerto de Caracas, no sería el único que denunció torturas, ya que además de José Pérez, figura su hermano Sebastián.
Los Pérez están sin comunicación con el exterior desde el pasado martes, junto a un francés y a otros colegas, que filmaban las manifestaciones de las últimas semanas y pretendían abandonar el país cuando se produjo el arresto.
Médicos Desertaron
Alrededor de 180 médicos cubanos que formaban parte de las misiones que ese país tiene en Venezuela, aguardan en Bogotá, donde llegaron tras desertar de Caracas, con la esperanza de que Estados Unidos les conceda una visa.
Para poder cruzar a Colombia, debieron recurrir a un "coyote" que les ayudó a pasar ilegalmente la frontera, a cambio de unos 650 dólares, una cifra muy alta para muchos de ellos.
Allí comenzaron otra odisea, ya que deben mantenerse sin trabajar y muchos de ellos se encuentran sin documentos.