En el marco de una jornada de concientización sobre el autismo, se realizaron ayer en todo el país diferentes propuestas con el fin de acercar a la sociedad a esta temática que hoy viven muchas familias uruguayas.
La vida diaria de las familias con integrantes autistas está llena de desafíos, cambios y piedras en el camino; por ello es recomendable estar en contacto con otras familias y apoyarse mutuamente en ese difícil recorrido.
En Mercedes desde hace ya algunos años, un grupo de padres comenzó a trabajar en el Centro PVTEA que reúne justamente a niños con autismo de diferentes edades. Es uno de los pocos que existe en la región y tras diversas gestiones ha logado apoyo desde el gobierno, como así también desde instituciones privadas para brindarle a los chicos la mejor atención integral que les permita mejorar su calidad de vida y también apoyar a las familias en la atención diaria.
El presidente de la Federación Autismo Uruguay, Andrés Pérez, explicó que hay pequeñas acciones que pueden realizarse a nivel personal para contribuir a la concientización sobre este trastorno, muchas veces considerado “invisible” porque no presenta signos evidentes en quien lo padece.
Señaló, por un lado, tener en cuenta que no son “personas autistas”, sino personas con autismo, ya que de la forma anterior se estaría infiriendo que el trastorno lo define. Dijo que tampoco es acertado decir que la persona “está en otro mundo”, sino que lo percibe de forma diferente.
Por otro lado, indicó Pérez, está la empatía. Muchas veces los niños con autismo suelen tener poca tolerancia a la frustración, por lo que pueden tener algún berrinche. “Uno no quiere la mirada compasiva de la sociedad, sino una mirada comprensiva de que hay un problema que causa esto, no es que somos padres malcriadores”, dijo.
Por su parte, PVTEA organizó en el gimnasio del Club Esparta una actividad artístico-musical a la que se dieron cita diferentes grupos y artistas locales, aportando el público que asistió, un útil escolar.
Durante el año los chicos que asisten a los talleres de PVTEA desarrollan sus habilidades, tanto en el ámbito motriz como también visual, por lo que contar diversidad de elementos para los trabajos es esencial.
Diariamente a la sede de calle 18 de Julio, los chicos llegan para compartir horas de trabajo con los educadores y ayudantes que les proporcionan la atención necesaria, como así también se les brinda alimentación y se los orienta en diferentes acciones que deben emprender a diario en sus hogares.
Uno de los grupos que participó ayer de la propuesta en el club Esparta, fue la Clínica del Ritmo con la profesora Paloma Romero.