Si bien no hay ninguna prueba de fraude, las expresiones de Lasso pusieron una nota de preocupación en toda América Latina.
El oficialista Lenin Moreno de 64 años que se mueve en silla de ruedas luego de quedar parapléjico en 1993 al recibir un balazo en la espalda durante un asalto, asegura que tuvo un 52% de los votos frente al 48% del ex banquero conservador Guillermo Lasso.
Otras consultas a boca de urna anunciaban el resultado a la inversa, lo que provocaba sucesivas explosiones de júbilo en barrios de Guayaquil.
Lasso ha advertido a sus compatriotas que si Ecuador sigue por la senda izquierdista, podría vivir una crisis política y económica similar a la que enfrenta Venezuela.
Moreno en cambio, promete mejorar los planes sociales del actual presidente Rafael Correa y reconciliar al dividido país alejándose del estilo confrontacional del saliente mandatario que dominó la política desde el 2006 cuando llegó al poder.
La primera vuelta de febrero dejó diez puntos porcentuales de ventaja a Moreno, pero Lasso acortó la brecha con su promesa de mejorar el modelo socialista con el apoyo del arco opositor.
El próximo Presidente tendrá que moverse rápido para reducir el desempleo y el abultado endeudamiento público, sostener los millonarios programas sociales y combatir la corrupción, que salpica al aparato estatal.