La solidaridad, y el deseo constante de apoyar al otro fue algo que María Fajardo aprendió desde su niñez junto a sus padres. Ellos le mostraron ese camino que luego a través de los años continuoóapoyando, ayudando y estando siempre junto a las instituciones y vecinos que necesitaron su apoyo.
El viernes venidero en el Club Soriano ella recibirá la distinción como Mujer del Año y aunque todo esto le provoca cierta timidez, afirma que lo recibirá en nombre de muchos anónimos que trabajan como ella buscando lo mejor para la gente.
María dijo que “creo que esto es mucho para mí, me sigo emocionando y considero que hay muchas Marías que andan por allí y no se sabe y por eso este reconocimiento lo quiero hacer extensivo a la gente que anónimamente dejan su granito de arena, a mi familia, a mis padres que me enseñaron a dar con errores o con aciertos, pedir disculpas, dar un gracias y seguir adelante, equivocarnos mil veces, pero seguir estando junto a la gente”.
Ella fue una gran luchadora del primer Plan Mevir de Palmitas, donde se construyó su casa y luego se sintió identificada con la filosofía del plan por lo que siguió trabajando por los otros planes y apoyó las iniciativas de otras localidades.
Fue la primera Intendente mujer en Soriano en el año 2007 durante la administración Besozzi y en su diálogo con Crónicas, agradeció a las administraciones municipales anteriores y la actual de Bascou porque le han permitido hacer, sin límites, sin escatimar esfuerzos, reconociendo también el apoyo de todos los funcionarios municipales, porque “cuando las papas queman están todas las áreas para tender una mano.
Siempre digo que lo que yo ofrezco es trabajo, empatía, mucho afecto con la gente y en algunas oportunidades aunque no quisiéramos decir que no, debemos hacerlo.”
María Fajardo con el apoyo de distintas instituciones oficiales y privadas ha estado presente en los momentos más críticos que ha transitado en los últimos años Soriano. Es quien en el invierno ha recorrido las calles de Mercedes llevando un plato de comida a quienes están en situaciones de vulnerabilidad.
También se la ve trabajando junto al Club de Leones de Palmitas en cada una de las actividades que se realizan, dando su apoyo para salir adelante, y demostrando siempre su agradecimiento hacia una institución que le apoyó pagándole sus pasajes cuando era joven para que pudiera estudiar.
Entre sus principios está el saber escuchar al otro y darle la atención que muchos no encuentran en otro lugar, siendo una de sus filosofías unir esfuerzos para demostrar que se pueden tender manos y ser solidarios.