Una importante presencia de personas vinculadas a los diferentes sectores de la sociedad mercedaria se hizo presente ayer en el cementerio de Mercedes para acompañar hasta su última morada a Néstor “Nenete” Graña.
Su esposa Margot , con quien compartió 62 años de matrimonio, junto a sus hijos, nietos y bisnietos, estuvo rodeada de amigos y vecinos que conocieron a Graña en sus distintas facetas.
En el acto del sepelio su hijo Uruguay tuvo sentidas palabras indicando que “él hubiese querido abrazar a todos con su corazón, con su pensamiento y con su forma de decir, tratando de que quedara marcado en este Soriano y en este país donde él pudo llegar. Sus pensamientos estaban orientados a las buenas costumbres, a su familia, a tratar siempre de andar en el trillo.
Cuando venía acompañando el cortejo caía el sol y pensaba que todos tenemos nuestros ocasos, luego viene la noche, la paz y el renacer de la esperanza con cada uno de los amaneceres.
Estoy seguro que el “viejo” en su trillo, con sus dichos “remendaditos pero limpito”, siempre estará presente en su querida radio Agraciada, siempre nos habló y seguirá haciéndolo.
Tengo que agradecerle a él la fortaleza de poder hoy agradecerles a ustedes que nos estén acompañando a nosotros como familia, como parte de esta sociedad que él tanto quiso.
Es casi imposible resumir en pocas palabras la historia de un padre con tantas anécdotas y vivencias, pero creo que fue un poco de todo. Fue un buen hijo, un buen hermano, un buen padre y un esposo amoroso, compartiendo con mamá Margot, 62 años de matrimonio. Despido mi viejo con todo el dolor que tengo, pero también debo dar vuelta la página y decir que despido a un Blanco y eso lo hago con orgullo, porque nos enseñó a todos, los dichos del viejo Herrera.
Era su forma de pensar, su forma de ver las cosas, pero vaya que luchó y le puso su sello con rebeldía. Esto nos permite hoy despedir con alegría a nuestro querido “viejo”.
Finalmente, quiero cerrar mis palabras recordando una frase de Herrera que decía: “mi copa es pequeña, pero yo bebo de mi copa”, él vivió de su copa, fue pequeña, pero se agrandó tanto que su corazón rebosó para todos”.
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Un Icono de Radio
A dos días de cumplir sus 86 años falleció ayer Néstor René Graña Gómez. Resultará imposible recordarlo sin asociarlo a un micrófono del que hizo la pasión de su vida. Pasó en su madurez por muchos trabajos incluído el de funcionario público. Pero su búsqueda iba en procura de un permiso de radiodifusor que obtuvo en 1967. De allí en adelante campeando las dificultades económicas desafió todas las adversidades y puso su sello en las tardecitas cuando arengó con una crítica severa que lo impuso como una voz obligada. Cualquier hecho social hacía necesario escuchar su opinión despojada de compromisos lo que permitía acercarse con “la otra campana” a la verdad muchas veces esquiva. Defendió con pasión sus convicciones gustara a quien gustara y se autodefinía como una voz sin mordaza y una conciencia sin tarifa, slogan que lo acompañó por décadas. Exhibió con orgullo desafiante su adhesión al Partido Nacional, vivió convencido de su prédica y dejó en sus hijos la llama del empuje quizá la mejor de las herencias. A toda su familia, nuestra solidaridad.