"Mientras la droga esté prohibida, el narcotráfico seguirá siendo un negocio extraordinario. Lo que se necesita es que se reglamente su venta, legalizándola para el consumo individual, quitándole asà la ganancia del narcotráfico. En este mismo estudio, si tú pides cocaÃna y una pizza, seguramente la cocaÃna llega antes que la pizza", dijo ayer Juan Pablo MarroquÃn, en la entrevista con "El Diario de Mariana" de Canal 13, defendiendo la necesidad de legalizarla.
El hijo de Pablo Escobar tuvo relatos estremecedores como por ejemplo cuando contó que calificadÃsimos artistas del cine, cantantes, personajes de la alta polÃtica, Ministros y Presidentes, viajaban con frecuencia a la casa de su padre. "Allà le entregaban a mi padre U$S 50.000 ó U$S 100.000 y él a los pocos dÃas les devolvÃa tres veces esa cantidad con toda naturalidad."
Al preguntársele si podrÃa nombrar algunos de esos personajes, Juan Pablo MarroquÃn dijo que "no es bueno dar nombres, pero puedo decir que Frank Sinatra distribuÃa mejor que como cantaba".
Además relató con toda naturalidad que "el propio presidente panameño Manuel Noriega les dejó su casa cuando tuvieron que abandonar Colombia perseguidos por las autoridades y no tuvo ningún problema en irse a vivir a otro lado para dejarnos a nosotros su lujosa finca en agradecimiento a los negocios que hacÃa con mi padre, introduciendo miles de toneladas de droga a los Estados Unidos."
MarroquÃn (que cambió su nombre por razones de seguridad cuando huyó con su madre y su hermana de Colombia) declinó hablar de su hermana con quien aparentemente no tiene contacto. Sà hizo referencia a su novia que ha arriesgado su vida y la de su familia en Colombia para acompañarlo en los últimos dieciséis años y con quien tiene un hijo a quien le ha contado toda la verdad. También va por su tercer libro, el último llamado "Pablo Escobar infraganti", donde cita nombres de influyentes personajes de Estados Unidos, se pregunta por qué la DEA no ha investigado nunca ni ha encontrado narcotraficantes en los Estados Unidos, por qué circunscribe su persecución solamente hacia el sur del paÃs y asegura que su padre trabajó para la CIA.
"Mi padre -dijo- fue un engranaje del gran negocio del nacrotráfico universal y cuando ya no les sirvió, lo mandaron matar", citando a George Bush padre como director de la CIA en el gobierno de Richard Nixon, Vicepresidente de Ronald Reagan y finalmente Presidente entre 1989 y 1993.
Pablo Escobar tenÃa en su hermano Roberto a un supuesto aliado del que Juan Pablo MarroquÃn sospecha. Ayer contó que "pocos dÃas después de la muerte de mi padre, le llegó una carta bomba que le explotó en la cara. Lo dejó sordo, perdió el sentido del gusto y además perdió un ojo. En un primer momento pensamos que iba a quedar ciego, yo lo visité y le pedà por favor ayuda, dándole a entender que después de él, seguÃa yo en la lista de asesinatos. El me dio un código y me dijo que en caso de necesidad lo mostrara en la Embajada de Estados Unidos. Yo fui a la Embajada puse el código contra un vidrio y un minuto después estaba hablando con el Embajador que me ayudó en la salida de Colombia. Indudablemente que mi tÃo al que no và nunca más, estaba vinculado no sólo a la DEA sino a otros cárteles colombianos que se repartieron la fortuna de mi padre."
Tanto Mariana Fabbiani como los demás siete integrantes del panel habitual del programa de canal 13 siguieron en silencio el impactante relato de más de una hora, en el que contó desde su niñez hasta su realidad actual y las razones por las cuales no conoce a ningún narcotraficante que no haya terminado en la cárcel o muerto.
Relató que también desaparecieron para siempre las personas que convivieron con su madre y su hermana en los últimos momentos de vida de su padre (un amigo personal, una señora que realizaba las labores domésticas y dos personas de Ãntima confianza).
"Creo que a mà -dijo- aún me quieren matar, soy Arquitecto, yo me gano la vida dando conferencias y vendiendo libros, pero de la inmensa fortuna de mi padre, no quedó nada. Se la repartieron el gobierno, la DEA y otros narcotraficantes con la complicidad de mi abuela y de mi tÃo, que se pasaron al bando contrario. También está sin un solo peso el Tesorero de mi padre, cuya función era llevar la contabilidad de los dineros que ingresaban de manera difÃcil de creer".
Cuando le preguntaron cómo una persona calculadora como Escobar, no escondió en algún punto del planeta una reserva para asistir financieramente a su familia en caso de emergencia, dijo que la capacidad de hacer dinero de su padre, era inimaginable. El creÃa que podÃa en un par de minutos hacer llegar dinero a cualquier lugar del mundo. A modo de ejemplo, relató que "en un solo fin de semana podÃan entrar sesenta millones de dólares, que fÃsicamente llegó un momento, era imposible de esconder. Este hombre le dijo a mi padre que habÃa que sacar el dinero en avión. El piloto apenas podÃa manejar el aparato de la enorme cantidad de billetes que iban dentro, al punto que hubo dificultades para abrir la puerta después del aterrizaje.
Hoy vive en la más absoluta pobreza, al igual que el piloto de aquel avión y otras personas que se vincularon a una forma de vivir que desde afuera puede verse como fantástica, pero que en realidad es al revés. A veces tenÃamos cuatro millones de dólares en la mano y no podÃamos comprar un pan y cuanto más dinero tenÃamos, más difÃcil era vivir a escondidas. Precisamente -relató- una de las cosas que más trabajo me dio cuando vine a la Argentina, fue salir a vivir entre la gente. No sabÃa ni cómo se compraba una hamburguesa, porque vivà hasta mis 18 años rodeado de guardaespaldas que hacÃan las veces de niñera y la hamburguesa llegaba a mi mesa sin yo tener la más mÃnima idea de cómo se compraba o de cuánto valÃa. De cualquier manera volverÃa a elegir a mi padre, porque de él sólo recibà amor. Lo elijo mil veces", dijo al producirse un silencio de más de quince segundos.