Olga Olivera de Ponce, quien además es integrante de la aparcería “Los Gauchos de Asencio”, estuvo presente junto a sus sobrinos Laura Tejera y Henry Kelly, señalando que la experiencia es increíble y que sin dudas fue un regalo de la naturaleza para la vista y los sentidos.
La idea inicial -dijo- la tuvo su sobrina Laura y como sabe que ella es una persona adiestrada en andar a caballo, la invitó y sin dudas que la aventura fue totalmente positiva.
El grupo viajó en avión hasta Santiago, desde allí hacia Mendoza al pueblo denominado Tunuyán donde los esperaban algunos arrieros y guías, iniciando el recorrido a caballo que les llevó cuatro días, quedándose durante las noches en refugios a gran altura.
Luego pasaron por el paso internacional Portillo de Piuquenes, continuando por diferentes escenarios de la cordillera donde en muchos casos caminaban sobre estrechos senderos desde donde se veían los precipicios y los picos de la montaña.
En el segundo día, relata Olga, ocurrió un hecho que sorprendió a los propios arrieros del lugar y fue una gran nevada fuera de época totalmente, que hacía aún más fría la noche.
El grupo estuvo a unos 4.400 metros de altura y dijo que en muchas partes del viaje tuvo sentimientos encontrados, preguntándose en algunos momentos qué hacía en esos lugares, pero sin dudas que da gracias a la vida que le permitió vivir esta experiencia extraordinaria.
El paisaje es algo inenarrable donde los picos nevados dan paso a llanos muy verdes con pequeñas flores de la montaña y el grupo que se logró formar para este viaje fue excelente. Entre los 20, había un joven que nunca había subido a un caballo y por primera vez lo hizo en este cruce, nadie colapsó y todos iban concentrados en lo que veían y en sus propios pensamientos.
Junto a quienes iban a caballo había otros que lo hacían a pie y entre todos se cuidaban para hacer más disfrutable el viaje. La travesía culminó en un complejo termal del lado chileno.
Olga, dijo que junto a la aparcería “Los Gauchos de Asencio”, ha realizado cabalgatas innumerables veces en diferentes puntos del Uruguay e incluso Argentina, pero esto -afirmó- es algo totalmente diferente, una experiencia única.