El Papa dijo que esta actitud de insultar que se ha convertido en una costumbre como decir Buenos Días, va en la misma línea de matar, por cuanto quien insulta al prójimo, asesina el propio corazón del hermano.
Los temas incluidos en el Sermón de la Montaña del Evangelio de San Mateo, fueron abordados por el Papa, rescatando tres aspectos: el homicidio, el adulterio y el juramento.
Dijo Francisco que respecto al mandamiento de "No matarás, Jesús afirmó que es violado no sólo por el homicidio efectivo, sino también por esos comportamientos que ofenden la dignidad de las personas como las palabras injuriosas.".
En cuanto al adulterio, dijo que como el resto de los pecados, primero es concebido en el interior de las personas y por último criticó a quienes juran, porque esta actitud, no es otra cosa que una señal de inseguridad y de la doblez con la que se desarrollan las relaciones humanas, instrumentando en su opinión "la autoridad de Dios para ofrecer garantía sobre los derechos humanos".