El caso ha calado hondo no sólo en los pobladores de Maldonado, sino también en nuestra zona, donde Marcelo Umpiérrez, profesional fotográfico, tuvo una dilatada actividad.
El 28 de abril de 2015, la chica protagonizó un siniestro de tránsito fatal cuando estrelló el vehículo que conducía a 130 km. por hora en una calle sin salida, cerca de la Terminal de Maldonado.
Los testigos identificaron un automóvil que la perseguía, presumiéndose por todos los datos que se trataba de su novio, un instructor de vela, del Yatch Club, a quien no se le pudo probar la responsabilidad.
Durante estos dos años, tanto Umpiérrez (padrastro de la chica) como su esposa Nancy Hernández, conocida empresaria inmobiliaria, han respondido las consultas periodísticas buscando una justicia que no llegó.
Tras todo el proceso, el resultado fue a la inversa. En efecto, el instructor de vela que tenía una relación sentimental con la chica, inició una demanda judicial contra los padres, obteniendo el favoritismo del Fiscal que pidió el procesamiento de los padres de Sofía por el delito de "violencia privada".
Una chica Ejemplar
Sofía tenía 18 años recién cumplidos cuando ocurrió el siniestro. Era una excelente estudiante de Derecho, que mantenía en secreto una relación con un hombre quince años mayor.
El día del accidente, se conoció la historia, especialmente a través de los mensajes cruzados en la computadora de la chica, aunque el celular de Sofía nunca apareció. De cualquier manera, como era un Iphone 6, se logró bajar las conversaciones y los whatsapp, que fueron derivados a la justicia, como prueba de los contactos. Además hay una filmación de la camioneta conducida por el instructor de vela, pasando por el complejo donde vivían los padres, momentos antes del accidente.
Los padres sostienen que el hombre llegó sospechosamente casi inmediatamente de ocurrido el accidente y se introdujo en el automóvil siniestrado, con la aparente intención de asistir a la joven. Se tiene la certeza de que ella venía conduciendo y hablando por celular, pero el aparato telefónico no fue encontrado por la policía.
El examen forense demostró 0.2 de alcohol en el cuerpo de la chica y ningún rastro de estupefacientes. Había estado en un asado con amigos de la Facultad, donde los testigos aseguran que tomó un vaso de whiscola.
La relación habría comenzado cuando tenía 15 años y al cumplir 18 tuvo una serie de cambios de conducta, que aunque no repercutieron en sus estudios, porque iba a cursar Derecho Internacional en Nueva York, tenía momentos en que se volvía irascible, lo que indujo a la realización de consultas sicológicas. Posteriormente la profesional declararía que los problemas sobrevenían de aquella relación inconfesa.
Los padres de Sofía conocían al instructor y luego verificaron a través de los mensajes de la computadora pesonal que era maltratada y ejercía sobre ella violencia física y sicológica. Incluso tenía moretones que nunca pudo explicar.
El hombre estaba haciendo una reforma en una chacra y se habría quedado con parte de los ahorros de Sofía, unos U$S 6.000, según el testimonio de los padres.
Los padres aseguran que Sofía falleció hablando con el hombre; se trata de una llamada de 40 minutos que es cortada por Sofía, una y otra vez, lo que parecería demostrar un acoso.
En su desesperación por la falta de justicia, los padres de Sofía comenzaron a recorrer medios de prensa después de un tiempo de silencio en espera de un pronunciamiento de la justicia, que nunca llegó.
En cambio, el hombre acusado por los padres, decidió radicar una denuncia en el Juzgado contra Marcelo Umpiérrez y su esposa, que se sustanció en una audiencia celebrada en el primer día del levantamiento de la Feria Judicial. Allí, el Fiscal Rodrigo Morosoli, pidió el procesamiento de los padres por el delito de violencia privada. Marcelo Umpiérrez reconoció que pesaba sobre él el pronunciamiento, pero que ha preferido guardar silencio por ahora hasta esperar las derivaciones de la contestación que haría el abogado Della Valle que los representa.