Buscando que el arte de trabajar con la lana desde un primer momento hasta transformarla en un lindo tejido no se pierda, es que se ha integrado un grupo denominado “Arte Lanar” donde Rosario Aboal junto a María José Sarabí y Sandra Péndola, presentan y muestran las diferentes opciones en esta labor.
Explicaron a Crónicas que “hilar la lana lleva un proceso extenso porque todo comienza a partir del vellón de la oveja, el que debe limpiarse y lavarse y de acuerdo a cada vellón, en muchos casos lleva más tiempo o no, para luego comenzar a abrir la lana. Esto pasa por un hilado, luego es destorneada y se hace madeja y en muchos casos también se tiñe para comenzar a confeccionar la prenda final.
En el caso de Rosario, aprendió esta tarea a través de un programa de escuelas rurales que se enseñó hace muchos años por cartilla y luego compartió la experiencia. Cada una teje diferente y va creando prendas como chalecos, sacos, buzos, ruanas y boinas utilizándose dos agujas y telar, pero sin dudas esto va a ir ampliándose en la medida de la respuesta que obtengamos de la gente.
La lana la conseguimos en las chacras y en nuestro caso estamos usando el producto que surge de la oveja criolla. En muchos casos trabajando 8 horas diarias logramos obtener unos 300 gramos, es algo que lleva mucho tiempo pero, a nosotras nos da un placer muy grande continuar con esta tradición que luego vemos transformada en prendas.
Fuimos invitadas y estuvimos presentes con un stand en el Prado, también en Sauce, Río Negro y expusimos en Mercedes Shopping. A todos los lugares llevamos la rueca e invitamos a la gente para que se anime y pruebe el hilado”.