La sequía y la contracara de lluvias excesivas retrasaron la primavera, persistiendo los fríos intensos originando un fuerte decaimiento de la producción de leche y su remisión a los complejos industriales. El Instituto Nacional de Leche (INALE) analizó los efectos combinados aunque desde las próximas semanas vendrá la recuperación.
La remisión de leche de los tambos a las plantas industriales durante el pasado mes de julio, terminó totalizando 171 millones de litros con 13 millones de kilos de grasa y proteína que corresponde a casi un 10% menos.
Tomando el lapso de enero a julio, se remitieron 1.042 millones de litros y considerando los últimos doce meses, la remisión fue 2.057 millones de litros.
En los registros de este año, julio fue la mayor de todas las mediciones mensuales con el menor volumen en febrero que alcanzó a 132 millones de litros. Al comparar los datos de años anteriores se obtuvo que desde 2002 hasta hoy el mejor registro mensual fue en octubre de 2020 cuando la producción alcanzó 222 millones de litros, y el más bajo ocurrió en mayo de 2003 con 68 millones.
El INALE informó además que, en lo que va de 2024, descendió un 13% la facturación recibida por las exportaciones de lácteos, lo que refleja un descenso de precios obtenidos en los acuerdos.
Ahora existe una esperanza renovada por la llegada de una primavera que viene atrasada, por lo que se espera se inicie un período positivo siempre que no haya nuevos contratiempos climáticos.