Si se dan los cálculos que los científicos esperan que no ocurran, el norte de Chile podría sufrir un sismo de una magnitud 8,8. Desde el pasado domingo una seguidilla de temblores de baja intensidad han provocado lo que se denomina un verdadero "enjambre sísmico" que tiene altamente preocupados a los científicos nacionales, que están vaticinando un terremoto importante en un futuro no muy lejano.
La mayor parte de estos sismos han tenido su epicentro en la región de Tarapacá, a 1.300 kilómetros al norte de Santiago, donde siete eventos de alrededor de 3 en la escala Richter, se sintieron con llegada también a Antofagasta.
Los expertos que reconocen que los movimientos registrados son pequeños, recordaron el gran terremoto de Vallenar en 1922, que tuvo una magnitud de 8,5.
El geógrafo Pablo Salucci explicó que los temblores están ocurriendo en el interior de la placa sudamericana como consecuencia del empuje de la placa de Nazca, a gran profundidad. Esta zona no se rompe hace más de un siglo y se espera un gran sismo del tipo interplaca, que podría generar un tsunami de importancia.