Por primera vez este año las paradas técnicas a realizarse en las tres plantas de celulosa que existen en nuestro país, ocurrirá en el mismo lapso, por lo que el impacto será de un 5,6% en la actividad industrial de la celulosa. Las cuentas del segundo trimestre del año aparecerán afectadas, en mayo las de Montes del Plata y en junio las dos de UPM.
Si bien las paradas técnicas de estas plantas están dentro de lo previsto, se notará la diferencia con el período anterior, lo que ocurrirá muy cerca de octubre, fecha de realización de las elecciones nacionales, lo que probablemente alimentará la discusión política.
UPM representa un 3,4% del Producto Interno Bruto del Uruguay y Montes del Plata el 1,7%, por lo que en el terreno político se reflejará la baja de la economía, aunque explicado de diferentes maneras.
Para la izquierda, el fenómeno debería demostrar la debilidad de la economía, mientras que para la coalición de gobierno sería la explicación más clara del acierto que, desde el punto de vista de la economía, ocurrió con la instalación de las empresas que tuvieron una postura contraria de la actual oposición.
El impacto a esperar será del orden del 5,6% en la actividad industrial de la celulosa. La fabricación de la pasta luego de la puesta en marcha de la tercera planta en el país, pasó a representar alrededor de un 11% del volumen físico de la producción de la industria nacional.
Ancap
Otra parada técnica clave en el país es la de Ancap, ente que perdió 48 millones de dólares en los primeros tres meses del año, como consecuencia de la falta de producción local de combustible, por la parada técnica de la refinería.
La detención en Ancap es de menor frecuencia de lo que ocurre en las plantas de celulosa.
En cuanto a la repercusión en los trabajadores, durante el período de paradas técnicas de la industria de la celulosa, se genera una repercusión en las zonas donde están ubicadas las plantas. En el caso de Montes del Plata por ejemplo, este año ocupó a más de 3.000 trabajadores, muchos de los cuales viajaron y se instalaron en Colonia para realizar tareas de mantenimiento, viviendo durante esos días en hoteles y elevando el consumo en restaurantes, bares y demás, por lo que, al millar de personas que trabajan a diario en Montes del Plata, se sumaron otros 2.200 trabajadores que llegaron a Colonia, un período esperado por los comerciantes.