El empresario y dirigente político con 92 años de edad y una larguísima trayectoria como óptico, actividad en la que se inició a los 14 años, falleció en las últimas horas dejando una sensación de hondo pesar en toda la comunidad que lo valoró en todas sus actividades.
Iniciado en la firma Pablo Ferrando de Montevideo, aprendió los secretos de la óptica a la que le fue agregando los avances que con los años trajo la tecnología para ubicarse frente a Plaza Independencia y luego en la clásica esquina de Rodó y Artigas.
Junto a sus hijos y nietos siguió adelante con la empresa hasta su retiro definitivo.
Vinculado desde siempre al Partido Colorado, ocupó altos cargos de dirigencia, siempre como colaborador y sin ninguna ambición política, lo que le añadió mayor consideración a la que ya se había granjeado de la comunidad.
Hoy al conocer la noticia de su lamentada desaparición física, Crónicas, que lo contó como uno de sus inquebrantables amigos, lo despide haciendo llegar a toda su familia, sin excepciones, sus más sentido pésame.