La evaluación explica que el incremento fue notorio en el sector agrícola de producción de oleaginosa, con un alza del 25% considerando a la agricultura como conjunto.
En el trabajo se detalló que los rendimientos excepcionalmente bajos por la sequía, afectaron la rentabilidad de los productores agrícolas, y su generación de fondos y el resultado bruto fue nulo mientras que la media del último quinqueinio era de 300 dólares por hectárea cuando incluso en 2022, había superado los 700 dólares. En ese marco para cubrir las necesidades de fondos, los productores tuvieron que diferir los planes de inversión, reprogramar pagos con proveedores y solicitar asistencia financiera a los bancos.
Los préstamos bancarios al sector agropecuario fueron de 3.422 millones de dólares a noviembre del año pasado, por lo que se ubican en valores máximos en dólares corrientes. Se registra por tanto en los últimos doce meses un aumento del crédito bancario global al agro del 20% y a la agricultura del 25% y a los oleaginosos del 45%.
La relación deuda bancaria / producto del agro se situó al cerrar 2023 en un 70%, superando en un 10% al año anterior. Los bancos mantuvieron la oferta de financiamiento y se concluyó que las empresas tienen mayor costo por el incremento de las tasas de interés.