La guerra entre dos bandas en el barrio montevideano de Villa Española, sigue registrando episodios que parecen difíciles de comprender. En los últimos días, Gustavo Albín, integrante de una de las bandas que operan allí, asesinó a un integrante de la familia de los Suárez y posteriormente sicarios de esta banda mataron al hijo y al hermano de Albín. Ayer al entregarse a la policía, Gustavo Albín cuyos pasos venían siendo seguidos de cerca por la policía, dijo que estaba buscando justicia por la muerte de su hijo y de su hermano de 25 años, en razón de lo incalificable del asesinato, expresando que no tiene palabras sobre lo de su hijo, que toda su familia está destrozada y que quiere que paguen por lo que hicieron con su hijo.
La policía lo acusa a su vez de ser el asesino de Ezequiel Suárez, un integrante del clan familiar rival, que tenía 21 años.
Esta manera de ver las cosas con un solo ojo, es propia de muchos narcotraficantes que sólo ven su propio dolor y no el ajeno a lo que además le agrega un nuevo elemento: "quiero que la justicia actúe ya que me estoy privando de hacer justicia por mano propia".
La guerra de las dos familias sigue en Villa Española donde no tiene perspectivas de cambiar.