Si el precio de la soja continúa bajando, los productores que cultivan la oleaginosa mediante el régimen de arrendatarios, estarán en problemas pese al buen aspecto que presentan los cultivos y que prevén perspectivas favorables. La soja, el cultivo más extendido en el país acentuó la tendencia a la baja de su precio, situación que también va en el mismo camino para el maíz y el trigo.
Con más de un millón de hectáreas en pleno desarrollo, la zafra de soja tiene en el horizonte un aspecto negativo determinado por el precio a la baja.
La soja de primera implantada adecuadamente y en fecha muestra un buen desarrollo vegetativo y la de segunda no está mal, con algunos casos en los que hubo resembrar, en razón de la falta de lluvias parejas.
Los productores están mirando la situación con preocupación, aunque con cautela, con los informes del mercado internacional, y a la luz de lo que sucede en Brasil y Argentina, que sumados, producirán un poco más del año pasado.
Puesta en Nueva Palmira, la soja deja para el productor menos de 400 dólares la tonelada, un margen que se considera muy apretado especialmente para quienes deben pagar renta por los campos donde producen.
En cuanto a negocios adelantados no hay por ahora ninguna concreción anunciada.