Los datos difundidos por el Instituto de Estadística indican que cuando finalizó el 2023, había un 9,6% de mujeres desempleadas y un 7,2% de hombres sin trabajo. El desempleo en general por lo tanto pudo promediarse en el 8,3%, números que parecen ser mejores que los registrados en los dos años anteriores, donde había llegado incluso al 12,4% en el caso de las mujeres.
Al realizar la interpretación de esos datos por parte de algunos economistas, se concluyó en que el diferencial importante en favor de los hombres, configura un rasgo estructural del mercado laboral.
La Economista Soledad Salvador atribuyó el mayor desempleo a las dificultades que atraviesan las mujeres para insertarse laboralmente y agregó que hay más obstáculos cuando se trata de mujeres con menor nivel educativo y pertenecientes a sectores más vulnerables.
En consecuencia agregó que no sólo es un problema de trabajo, sino de vivienda con niños chicos y problemas de violencia intra-familiar que hace que las mujeres no salgan al mercado laboral, porque no las dejan o porque no se puede.
Salvador en un comentario a "La Diaria" dijo que el país ha logrado reducir los niveles de pobreza en general pero, donde no tuvo éxito, fue en los lugares con mujeres jóvenes a cargo que muchas veces tienen hijos pequeños y se mantienen en este circuito que las mantiene pobres, con baja formación y, como no ingresan al mercado laboral, los empleos que se les ofrecen son precarios, mal pagos o no los pueden cumplir.