Con precios para el caso de los alojamientos que no tuvieron variante significativa con relación al año pasado, algunos excesos que nunca faltan y una mezcla de expectativas y dudas con relación a la segunda quincena, el movimiento en el Este del país ha sido en general satisfactorio pero no permite pronosticar que el ritmo pueda mantenerse hasta febrero.
Los operadores inmobiliarios reiteran en estos días sus quejas por la brutal competencia de los alquileres fuera de las inmobiliarias, hechos en un acuerdos directo entre propietario y arrendatario, un fenómeno atribuido a los cambios del sistema que resultará imposible de revertir.
El costo adicional que tiene alquilar a través de las inmobiliarias compite con la seguridad evitando estafas, quizá la única defensa que los operadores inmobiliarios tienen para defender su negocio, que en más de un 90%, está cimentado en las compras que en su mayoría se terminan resolviendo a través de las inmobiliarias.
Los gastronómicos y hoteleros han calificado la temporada como de "medio pelo", anticipando que la oferta laboral en el sector va a orientarse a un achique en los fines de semana cuando finalice esta primera quincena.
Si bien en general la enorme mayoría se queja por los precios, y en particular los turistas argentinos de poder adquisitivo medio, las autoridades sostienen que hay una diversidad de precios que hace que si hay lugares considerados caros, a pocos metros va a tener otra oferta, seguramente de acuerdo a su bolsillo.