La situación política actual, los entrecruces entre representantes de diferentes partidos y algunas declaraciones de otros integrantes del gobierno, fueron analizados por el diputado sorianense Enzo Malán, quien al respecto señaló que “Hace unos días, planteaba la cuestión de la ‘Izquierda tibia’, refiriéndome a personas que se autodenominan de izquierda, pero carecen de una posición ideológica sólida, fluctuando según la conveniencia personal, donde lo crucial no es el proyecto político que beneficie a las grandes mayorías, sino más bien los intereses individuales y de grupo. Esa izquierda tibia que no se juega, que no da argumentos ni por sí ni por no. Podemos no pensar igual, pero ante ciertos temas hay que tomar postura, no podemos permanecer indiferentes.
Carolina Cosse, precandidata presidencial, tomó una decisión firme al afirmar: ‘¡Voy a firmar!’, desatando una serie de críticas desde diversos sectores. Esta reacción debería alertarnos y hacernos reflexionar.
Llama la atención la enérgica respuesta de Delgado, delfín del presidente, y me indigna la cascada de mentiras que pronunció. Esto perjudica seriamente a la democracia. Acusar a quienes firman de querer robar los ahorros de los trabajadores es indignante, dado que la misma papeleta establece el traspaso de los aportes de las AFAP al BPS a través de un fideicomiso, reglamentado por el parlamento y gestionado por una institución pública. Por lo tanto, el argumento de la expropiación es falso y carece de fundamento.
En una campaña electoral que apenas comienza, es difícil empezar desde la mentira y el agravio, descalificando a una candidata que expresa las opiniones de muchos de nosotros. Estos ataques hacia Carolina Cosse nos reafirman que vamos por el buen camino.
Permaneceremos comprometidos con la recolección de firmas, un instrumento de democracia directa, para exigir al próximo gobierno que asegure una reforma integral de la seguridad social. Esta reforma debe garantizar una vida digna para todos, especialmente para aquellos que menos tienen y han trabajado toda su vida. Buscamos una inclusión y una integración plenas de las personas con discapacidad.
Para promover este diálogo social y una reforma integral, consideramos esencial establecer ciertas bases o marcos: la posibilidad de jubilarse a los 60 años como mínimo, el aumento de las jubilaciones mínimas y la administración estatal de los fondos de los trabajadores, evitando que los privados obtengan beneficios de ellos”.