Buena parte de Buenos Aires y el centro-oeste de Uruguay sufrieron el embate mayor de la tormenta que dejó fallecidos, daños y en el caso de nuestra región destrozos que aún no han terminado de evaluarse. Los hechos incluso llegaron a motivar nuevamente la polémica en torno a las advertencias tempranas de un fenómeno cada vez más impredecible.
Es posible que durante los próximos meses vuelvan a presentarse fenómenos adversos excesivamente severos, según las conclusiones a las que llegaron varios pronosticadores, que resultaron cuestionados por lo sorprendente de las consecuencias de vientos huracanados que, en algunos casos, llegaron a superar los 167 kilómetros en Colonia y 104 en Mercedes.
El fenómeno está íntimamente asociado a la situación de El Niño, que provoca una mayor disponibilidad de vapor de agua en la atmósfera y que se traduce en la posibilidad de ocurrencia de fenómenos de mayor magnitud de lo habitual. Esta línea de tormenta o turbonada incluye varios tornados que afectan áreas limitadas de unas pocas cuadras, según explicaron.
Young también quedó fuertemente afectado por la pérdida total del techo del Club San Lorenzo que iba a ser inaugurado este miércoles por el Ministro Falero.
En Colonia quedó una cadena de reclamos y cruce de acusaciones, entre el Inumet y la Asociación Cristiana de Jóvenes a cargo del campamento, donde falleció un pequeño de tan solo ocho años.
Argentina sufrió especialmente en Buenos Aires inundaciones y enormes destrozos que se suman a los sucesos de Bahía Blanca donde la tragedia se abatió sin piedad.
(Informe completo en la edicion papel)