Los cancilleres del Mercado Común del Sur (Mercosur) intentaron ayer mantener vivo el acuerdo con la Unión Europea (UE) después del último traspié en las negociaciones, y Paraguay prometió darles continuidad, pero con algo de recelo.
El Consejo del Mercado Común, órgano de decisión política que reúne a los ministros de Exteriores y Economía del bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, trató de escenificar que el diálogo con la UE seguirá adelante en las dos sesiones que celebró en Río de Janeiro, previas al encuentro de presidentes.
Brasil, que hoy le pasará la presidencia semestral del Mercosur a Paraguay, fue el más enfático en defender el acuerdo de libre comercio con los Veintisiete, que no termina de salir del papel después de más de dos décadas de tratativas.
En este sentido, el jefe de la diplomacia brasileña reforzó que espera "poder firmar" el pacto con los europeos "muy en breve".
Esa expectativa fue compartida por su par uruguayo, Omar Paganini, quien subrayó que desde el inicio apoyó "sin fisuras" las conversaciones con la UE y que mantiene "intacta" su confianza en llevar a buen término el proceso. El Mercosur y la UE alcanzaron en 2019 un acuerdo político con varios puntos en abierto, pero desde entonces diversas demandas a ambos lados del Atlántico, especialmente en el ámbito agrícola y medioambiental, han embarrado el proceso negociador.
Brasil esperaba firmar antes de finalizar el año, aunque el rechazo frontal de varios países europeos, encabezados por Francia, y las reticencias de Argentina, en vísperas de la investidura de su nuevo presidente, el ultraliberal Javier Milei, lo han impedido.
A la reunión de ayer no asistió ni el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, derrotado por Milei en las presidenciales del mes pasado, ni el canciller Santiago Cafiero.