Un primer contacto con Mercedes y también un encuentro con algunos de los sacerdotes, mantuvo ayer el Obispo designado para Mercedes, Monseñor Luis Eduardo González, quien también continuó con el acercamiento ya iniciado con Monseñor Collazzi quien el próximo 26 de noviembre dejará su actual servicio.
González afirmó que “recibí con mucha alegría y paz este llamado a ser obispo de Mercedes. Hace poco más de cinco años que estoy como obispo auxiliar de Montevideo, las Diócesis del interior tienen características diferentes, hay que adaptarse, lleva tiempo y desde que inicié mi labor como sacerdote hasta ahora, las experiencias han sido enriquecedoras, de aprendizaje, con una dinámica y un trabajo de evangelización diferente en cada lugar.
Esta designación para mí es muy significativa, el interior me gusta y me anima mucho conocer a los sacerdotes y a la gente de la Diócesis y sin dudas que todo será un desafío, porque diariamente vamos aprendiendo a ser cristianos. Sin dudas que a través de mi misión iré dando una característica propia a mi accionar haciendo un aporte a través de lo que uno va viviendo, pero a la misma vez dejándome educar el corazón por la gente que está acá, por todo el trabajo que ya se ha hecho, por lo que Dios va haciendo entre todos ustedes y ahí aparecerá mi impronta de lo que voy aprendiendo en la vida.
El interior tiene sus desafíos propios, aquí las vocaciones sacerdotales son menos, culturalmente la población se mueve de otra manera y todo eso lo iremos viendo a medida que estemos aquí comenzando con mi misión.
Desde mi calidad de obispo deberé impulsar nuevas vocaciones para el sacerdocio y con Monseñor Collazzi hemos hablado mucho de las cercanías, algo que es muy característico del interior, porque aquí es común que el obispo esté presente en diferentes actividades y abierto a todos quienes lo necesiten para trabajar mancomunadamente con las autoridades, cuando esto sea posible.
Con monseñor también hemos hablado del trabajo que se viene realizando a través de los sacerdotes, los laicos, aquellos que están comprometidos con la iglesia atendiendo a los niños, a los adolescentes y los adultos mayores. Por lo que me han informado hay una buena relación en lo que respecta a las visitas a los hogares de Ancianos y a todas aquellas personas que necesitan una atención espiritual.
En la medida en que vayamos conociendo los diferentes lugares, veremos si se requiere una mayor presencia, porque una de las cosas que nos marcó la pandemia es que la iglesia tuvo que estar más cerca de los adultos mayores, porque hubo que acompañar a muchos que estaban en una gran soledad, aunque tenían familia.
El Papa Francisco en su mensaje siempre nos ha marcado que debemos poner foco en los más vulnerables y eso será más prioritario en mi misión pastoral”.