2.012 personas fallecidas habían sido contabilizadas hasta anoche, se indicó en un comunicado del Ministerio del Interior marroquí que agregó que 2.059 estaban heridas incluyendo 1.404 en estado crítico. La mayoría de los países del mundo se solidarizaron con Marruecos y unen esfuerzos para asistir a la población impactada.
El mayor terremoto reciente de Marruecos registrado ayer con una magnitud de 6,8, fue sentido en la península Ibérica y Canarias. La devastación mostró la destrucción que pueden provocar los sismos en función del terreno bajo el cual se desaten, en este caso en una zona con construcciones poco preparadas para soportar esa liberación de energía.
Según los datos con que cuentan los especialistas, es el mayor que sufre el país desde que se cuenta con registro.
Presa del pánico cientos de miles de habitantes corrían de un lado para otro mientras construcciones de gran tamaño y varios pisos se derrumbaban con facilidad, sembrando el terror en medio de enormes nubes de polvo.
La Plaza de Marraquech, entre las provincias y las ciudades, junto a Al Hauz, Tarudant, Chichaua y Uarzazat fueron las más afectadas por el terremoto inscripta en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco y sede de la Conferencia Global Geoparks que se celebra en estos días.
La provincia donde se localizó el epicentro acumula 542 muertos, más de la mitad del total de las personas que habitan esa región.
Según el Instituto Nacional de Geofísica, el movimiento se produjo a ocho kilómetros de profundidad, con epicentro en la localidad de Ighil, a 80 kilómetros al suroeste de Marraquech.