Por unanimidad los Intendentes reunidos en el Congreso de ayer terminaron rechazando la propuesta que (venida de Cabildo Abierto) había planteado topear las multas por exceso de velocidad en cinco Unidades Reajustables.
Esta cantidad equivalente a $ 8.000 actuales, buscaba evitar el daño económico de los valores actuales (prácticamente el doble) pero para los Intendentes ello supone "alentar" la velocidad que consideran como único motivo de los accidentes fatales.
Igualmente expresaron su disposición a recibir y considerar inciativas en materia de tránsito y seguridad vial, siempre que éstas vengan con un "espíritu constructivo".
La medida pareció orientada a defender la vida, pero no pudo evitar la sensación que tiene la opinión pública de que el alto costo de las multas lleva implícito un afán recaudatorio, dado que la sucesión de radares están colocados de tal manera que obligan a los conductores a circular a velocidades ridículas en tramos importantes del país.
Un informe que se conoció en las últimas horas demostró que el 80% de los conductores uruguayos nunca ha tenido una multa, de lo que habría que inferir que los restantes dos de cada diez conductores son los que protagonizan todos los accidentes posibles.