Una iniciativa que busca convertirse en ley, procurará prohibir la comercialización de la carne artificial, un invento que está ganando terreno en el mundo y que competirá en precio con la carne genuina que producen países como el nuestro.
Conocida como la carne sintética que en forma de hamburguesa se fabrica desde hace diez años, está producida a partir de células madre extraídas de músculos de animales, suero fetal y otros elementos mediante un proceso por el que las células se multiplican en un laboratorio. La textura del producto resultante se asemeja a las preparaciones de carne molida industrialmente y el color se atribuye a la presencia de mioglobina, mientras que el sabor se debe a compuestos artificiales a base de plantas. Este tipo de productos no estuvieron autorizados en la Unión Europea ni en los Estados Unidos, pero de la mano de poderosas empresas multinacionales, ha logrado abrirse paso rápidamente consdierándola como el futuro de la alimentación.
El proyecto en cuestión argumenta en su exposición de motivos, que se trata de brindar transparencia a los consumidores de manera que cuando realizan una compra, tengan la certeza de que lo que se denomina como carne, sea carne y no otra cosa.
Además de atentar contra el sistema productivo insignia de nuestro país que defiende la carne natural, orgánica y pastoril, se busca que la población tome conciencia de que las células que componen la carne artificial tienen un potencial regenerativo ilimitado, pudiendo acumular mutaciones genéticas con el tiempo, ya que estas moléculas biológicamente activas, podrían interferir con el metabolismo y se han relacionado con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
En síntesis, la iniciativa busca prohibir la importación, fabricación y comercialización en el país de productos alimenticios que contengan células de cultivo animal producidas en laboratorio de manera artificial.