Rodrigo Cela, un efectivo del Batallón Asencio habló ayer sobre sus temores por la vida de su madre que desapareció en diciembre. Desde fines de aquel mes no tuvo más noticias excepto la versión de su hermano menor de que su madre Silvia se había ido a trabajar a Montevideo y no quería saber nada con la familia. Sin embargo las sospechas se impusieron.
Cela sostiene que tiene fuertes razones para creer que le ha pasado algo, situación que se afianza con la versión de que un familiar está detenido en averiguaciones.
Dijo a este respecto que la desaparición se registró a fines de diciembre y que de Solymar donde residía fue a Melo a donde la llevó con su esposo. Tenía la información de que pasó el fin de año con unos amigos y desde allí no se sabe más nada.
El hermano menor informó al resto de la familia que ella se había ido a trabajar a Montevideo y que no quería saber más nada con el resto de la familia, pero pese a no entender los motivos del enojo, Rodrigo intentó un contacto con motivo del Día de la Madre, concluyendo en que ningún integrante de la familia tenía noticias.
Cela dijo que tenía razones para pensar que le había pasado algo, pero que no podía dar detalles en razón de lo delicado de la situación.
Hay una hermana menor que se encuentra detenida, aunque aparentemente por otras razones y fuera de eso no se tuvieron más datos ni siquiera de la supuesta consulta médica que debía realizar en marzo, a la que no concurrió.
El celular de ella está apagado, está eliminada de las redes sociales y por lo tanto no hay forma de rastrearla.