Ante una tribuna repleta del Centenario y con la presidencia del Arzobispo de Brasilia como representante del Papa Francisco, se realizó la ceremonia del primer Obispo uruguayo cuyas reliquias serán traídas a Mercedes dentro de pocos días en ocasión de la Misa de Pentecostés. La condición de hombre pacificador, fue destacada durante los actos que contaron con la presencia del Presidente Luis Lacalle Pou, el Cardenal Sturla, el Arzobispo de Montevideo y de Buenos Aires y el Nuncio Apostólico en Uruguay. La jornada lluviosa no impidió que miles de personas se congregaran en la Misa que contó con la presencia de numerosas comunidades del interior del país que se organizaron para viajar a Montevideo.