La noticia comenzó a darse a media tarde cuando la masa de humo que comenzaba a percibirse, junto a un fuerte olor a quemado, fue volviéndose más densa y cubrió gran parte del área metropolitana de Buenos Aires. El Servicio Meteorológico Nacional indicó que en algunos sectores estuvo tan presente que la visibilidad quedó reducida a menos de dos kilómetros de distancia.

En las primeras horas no estaba definido de dónde provenía el humo porque las imágenes satelitales no lo permitían. 

Pero pasado el mediodía, se corroboró que provenía de un foco ígneo en el departamento de San José, cuyo humo fue llevado por el viento precisamente en esa dirección.

La población comenzó a manifestar su extrañeza y preocupación hasta que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ubicó el origen del problema.

Una situación similar esta vez por el condimento adicional de altas temperaturas, se había registrado en los primeros días de marzo, cuando ocurrieron los incendios activos en la zona sur del Delta del Paraná cerca de Baradero.