El viernes 13 de enero pasado falleció Antonio Guillén Gómez, apodado “Rosino”. Fue en el pequeño pueblo de Celadas, provincia de Teruel, Aragón, en donde residía y había desarrollado su vida.
“Rosino” fue testigo presencial del último combate aéreo de Luis Tuya el 16 de abril de 1937 sobre el monte Santa Bárbara, próximo a Celadas, primera línea de fuego de la Guerra Civil Española. Luis respaldaba desde su avión Polikarpov I15 lo que había sido la toma del monte por parte del ejército republicano cuando aparecieron tres aviones franquistas y Luis se enfrentó a dos de ellos hasta morir. Cayó y el fuego se apoderó del avión y del cuerpo del sorianense.
“Rosino” vio la batalla, se acercó al avión, vio a Luis boca arriba quemándose y esa historia le marcó por vida. A “Rosino” le entrevistamos por teléfono, le visitamos en su casa con la amabilidad de su familia y en una segunda visita le llevamos un cuadro con tres fotos de aquel piloto que vio morir. Después de mirarlo largos segundos llevó su mano a sus labios y las puso luego sobre Luis.
“Rosino” fue clave en las investigaciones. Nos contó su vivencia inolvidable, le dio nombre al piloto y nos envió al barranco “Balsa Seca” para que buscáramos. Luego de algunas horas buscando aparecieron los restos del avión de Luis pero su cuerpo continúa desaparecido.
El viernes pasado a la noche “Rosino” cenó tranquilamente y sobre las 21 hs falleció. El próximo día 23 hubiera cumplido 101 años. Nuestro eterno agradecimiento a su siempre buena disposición como el de su familia. La imagen nos enseña el día de la celebración de su centenario cumpleaños. La alcaldesa Raquel Clemente le obsequiaba una placa en nombre del pueblo.