Tanto el Presidente como el Ministro de Defensa compartieron calificativos sobre la filtración de datos de Inteligencia que ha puesto en jaque las garantías sobre el funcionamiento de las instituciones de seguridad. Para el Presidente fue "un sabotaje a la seguridad nacional y apuntó a que el autor está entre los legisladores participantes de la reunión".
Más adelante el primer mandatario dijo que no hay mucha variedad sobre un plan B en materia de inteligencia y concluyó en que quien hace este tipo de cosas, por lo general se preocupa de cuidarse de que nadie se de cuenta.
A su turno el Ministro de Defensa Javier García calificó el hecho como un acto de traición al país y se afilió a la figura del delito, sancionable penalmente.
A la inversa, el Fiscal de Corte Juan Gómez defendió al periodista que difundió la noticia, y agregó que los comunicadores no pueden ser penalizados por exponer un hecho que puede ser de interés para la población, porque el periodista no estaba en la reunión y no está alcanzado por la prohibición que sí regía para los parlamentarios que participaron de esos encuentros.
El Ministro Heber finalmente, dijo que quien pudo haber hecho llegar el documento a la prensa, desnudó la estrategia del Estado y si se comprobara la identidad, el autor debe ser expulsado del Parlamento.