El Senado aprobó una reforma al régimen de certificaciones médicas en el sector público, un problema que data de años y que está siendo motivo de exagerados abusos. Cada empleado estatal tendrá ahora un máximo de 9 días de licencia médica y a partir del décimo si no concurre a trabajar, cobrará el 75% del salario.
En algunos organismos públicos es notoria la práctica abusiva de funcionarios que se hacen certificar por médicos amigos, justificando supuestas enfermedades que les permiten faltar a veces por tiempos indefinidos.
Un dato de la Oficina del Servicio Civil resultó revelador en cuanto a que el 45% de los empleados estatales tuvo certificaciones en el último año y el promedio fue de 34 días.
Los abusos tienen que ser terminados, por lo que ahora se autorizarán hasta nueve días de licencia, tras lo cual a partir del décimo y con algunas excepciones, se les pagará solamente un 75%, excluyendo algunas situaciones de internación hospitalaria o naturalmente el embarazo.
Durante la discusión en la rama alta parlamentaria, hubo posturas antagónicas concluyéndose que, perseguir los certificados médicos es realmente complicado, porque muchos médicos no pueden ser desautorizados en cuanto a su dictamen sobre una supuesta enfermedad. Como conclusión se estimó que el cambio aprobado otorga un marco general para tratar de ordenar el Estado "porque así no se podía seguir", dijeron.