Concepción Matilde Zorrilla de San Martín, conocida como China Zorrilla, ha dejado en la mejor historia de la cultura uruguaya los rasgos de una mujer excepcionalmente dotada de las mayores virtudes. No sólo por ser hija del escultor José Luis Zorrilla de San Martín y nieta del poeta de la Patria, sino por haber creado sobre su trayectoria una infinita legión de admiradores, China es quizá la mujer más importante de la cultura uruguaya.

Las anécdotas sobre sus gestos generosos como nadie, la pintan de cuerpo entero y han solido ser relatadas por Carlos Perciavalle, uno de sus amigos más íntimos que la conoció en sus facetas más escondidas.

Saber si China era una mujer feliz o arrastraba en su corazón angustias de amores rotos, será difícil saberlo nunca. Pero su vida estuvo salpicada de anécdotas reideras producto de una mujer que vivió la vida como su abuelo le había enseñado siempre: mirar la mitad llena del vaso y olvidarse del resto.

Contó Perciavalle en una oportunidad que China había cobrado 40.000 dólares de un juicio y al llegar a su casa tenía en su cartera solamente 3.000. Al preguntarle cómo era posible que si le dieron 40.000 dólares en efectivo sólo le quedaran 3.000, la respuesta fue lacónica: "se los presté al taxista que me trajo hasta acá".

China contó que en el viaje de regreso se puso a hablar con el conductor y se enteró que el taxista tenía su casa hipotecada y que se la iban a rematar porque no tenía los 37.000 dólares. Ella abrió la cartera y le dio el dinero, expresándole: "usted me los devuelve cuando pueda, no se preocupe". El relato de Perciavalle agrega que ocho años después, cuando estaban jugando a las cartas en la casa de China, sonó el timbre y la mucama le anunció que la buscaban. Cuando volvió venía contando los dólares y les expresó: ¿se acuerdan de aquel taxista al que yo le presté 37.000 dólares? me los vino a devolver. Me dijo que no vino antes porque había tardado todos estos años en juntarlos. Por uno solo que te devuelva lo que le has prestado, vale la pena la cantidad de personas que no me han devuelto."

Perciavalle sostiene que seguramente al minuto se lo prestó a otra persona y añade entre una cantidad de anécdotas reideras, que de visita en Nueva York participó de una función privada cerca de la embajada argentina, en la víspera de la Nochebuena y al retornar  se dieron cuenta que no les habían pagado. "No importa. Lo pasamos regio igualmente", fue el razonamiento de China a Perciavalle, al tiempo que, continuando la caminata por Nueva York un hombre muy pobre les pidió limosna para pasar la Nochebuena. Ella abrió la cartera y le dio lo que tenía a lo que Perciavalle le preguntó ¿cómo habremos de hacer para comer esta noche en Navidad?. No importa -le respondió- pero no podía dejar a ese pobre hombre sin festejar la Nochebuena. Al llegar a su casa una amiga muy pudiente les invitó a su casa en Park Avenue para pasar la Navidad. Al llegar, era un palacio lleno de gente, maravillosamente decorado, donde pasaron una noche excepcional. Al otro día, sonó el teléfono preguntándole por qué no había ido a la fiesta a la que fue invitada. La realidad era que se había equivocado de dirección y pasaron la Nochebuena con gente que no conocían de la que se sintieron amigos íntimos, según el relato.

El Día del Patrimonio la registra hoy como una invitada de honor para que los uruguayos la veneren.

Durante las actividades se recordará que fue la segunda de cinco hermanas y cuya infancia transcurrió en París, donde su padre eligió trabajar después de ganar el concurso para realizar el Monumento al Gaucho.

En 1943 se inició en el Teatro Independiente y en el 46 viajó a Londres para estudiar en la Real Academia Dramática, estando en contacto con importantísimas figuras del quehacer cultural europeo. A su regreso de Londres debutó en la Comedia Nacional actuando como primera actriz en más de 80 obras de teatro en el Solis y en más de una ocasión en compañía de la legendaria Margarita Xirgú. 

Ha tenido actuaciones recordadas en obras como "Las del Barranco", "La Celestina", "Sueño de una noche de verano", "El Alcalde de Zalamea", "El Diario de Ana Frank" y "La Extravagante señora Bennet".

En 1961 fundó el teatro Ciudad de Montevideo junto a Enrique Guarnero, cuyo nombre ha recogido el grupo teatral que encabeza Hugo Ultra  y que ha tomado varias de estas obras para llevarlas ante el público local.

A mediados de los 60 se estableció por cuatro años en Nueva York para trabajar como profesora de Francés y presentó con Carlos Perciavalle en Broadway la comedia musical "Canciones para mirar" que posteriormente llevó de gira por Uruguay. 

En 1971 rodó en Buenos Aires su primera película "Un guapo del 900" y luego "La mafia" con Alfredo Alcón, reemplazando a Ana María Campoy en "Las mariposas son libres" junto a Rodolfo Bebán y Susana Giménez que hacía su debut teatral.

Su estadía en Buenos Aires coincidió con el advenimiento de la dictadura militar uruguaya donde fue proscripta por las autoridades de facto motivando su exilio en Argentina, en cuya televisión apareció en producciones del ciclo "Alta Comedia", salpicando con presencias en el teatro argentino.

Emily propició en 1984 el retorno triunfal al Montevideo democrático en que los diarios titularon "El regreso de China Zorrilla tuvo un claro valor simbólico al estrenar "Emily" tendiendo un puente para el encuentro de todos los uruguayos.

Tanto Emily como otros monólogos se presentaron en Lima, Santiago, Lapaz, Quito, Caracas, Bogotá, Nueva York, Miami, Tel Aviv, San Juan de Puerto Rico y en el Festival de Barcelona.

En 1995 en el Colón de Buenos Aires revivió el papel de recitante que Igor Stra-vinsky escribió para Ida Rubinstein y además produjo varios espectáculos teatrales .

Desde 1971 hasta 2008 actuó en 50 películas y como participaciones especiales acompañó a los más calificados intérpretes del cine del Río de la Plata. Por otro lado, en la década de 1960 dirigió las óperas "La Boheme", "El Barbero de Sevilla" y en 2010 fue la voz narradora del disco conceptual "Otra Vida" del compositor inglés Clive  Nolan.

Dentro de los premios y nominación figuran los Premios Cóndor de Plata en 1985, 1996, 2002, 2005 y 2006; los Premios Konex en 1981, 1991 y 2001; medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos; Festival Internacional del Cine de La Habana; Festival Internacional del Cine de Moscú; Premio Martín Fierro en 1973 y cinco nominaciones; Premios Clarín; Premios Iris, Premio ACE; Premio Estrella de Mar; Premio Florencio en 2003; Premio Trinidad Guevara y Premio "María Guerrero".

El retiro de los escenarios y de la vida pública se produjo a los 90 años en 2012 y el 14 de setiembre de 2014 fue internada por neumonía, falleciendo el 17 de setiembre de ese año a los 92 años cuando el gobierno uruguayo decretó duelo nacional, velando sus restos en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, sepultándose sus restos en el panteón de la familia Zorrilla de San Martín que se encuentra en el cementerio central de Montevideo.