En las últimas horas integrantes del equipo técnico de la ONG "El Paso", estuvieron en Mercedes analizando junto a la prensa un tema muy delicado y sensible como es la explotación sexual de niños y adolescentes.

Trabaja en Soriano mediante convenio con INAU y lo hace en dos líneas. Una de ellas en relación a los casos específicos de explotación sexual comercial y no comercial y la otra tiene que ver con la promoción y prevención. En el correr del año el INAU ha realizado varias instancias con diferentes actores de carácter formativo, comenzando con equipos de INAU que trabajan a nivel de territorio, que forman parte del SIPIAV, posteriormente con operadores del ámbito policial y Poder Judicial y restaba abordar esta temática con los medios de comunicación que juegan un rol muy importante en la sociedad. La idea es que se pueda trabajar en relación a esta temática con conocimientos y entender cómo trata el Instituto este aspecto. 

Se trata de un problema grave en todo el territorio nacional y Soriano no escapa a esta realidad; por tanto hay que ir haciendo la formación de todos los actores que deben intervenir llegado el momento. 

En diálogo con el jefe departamental de INAU, Horacio Perazza, sostuvo que muchas veces el delito no se visualiza porque  "está naturalizado, porque en general se cuenta con la anuencia de los actores que pueden ser la familia, los explotadores y es muy difícil tener las pruebas necesarias para que se configure como una situación de explotación que derive en una denuncia en el ámbito de la Justicia",

Soriano

Perazza reconoció que en Soriano se viene trabajando en varios casos de esta naturaleza. Consideró que el número que se tiene hasta el momento no representa un problema real, porque "estamos convencidos de que este problema es mucho más grave y más amplio de lo que incluso a veces creemos y podemos tener conocimiento. Esto sucede por esos aspectos que hacen a la complicidad de los involucrados. En varias ocasiones los gurises quedan inmersos en esas situaciones y tampoco visualizan el problema de que están siendo víctimas de un delito de explotación sexual. Al estar tan naturalizado el tema y además porque en la gran mayoría de estos hechos la familia está involucrada no se logra dimensionar el problema. Consideran que es el único medio de supervivencia y siguen adelante".

Perazza dijo que la realidad muestra que los casos sobre los que se está trabajando se encuentran en la capital departamental. No obstante ello, señaló que no escapa a una verdad que el interior del departamento también sufre estas situaciones. Recordó que tiempo atrás se trabajó en lo que se denominó "Eje de Ruta 21" tratando en cierta manera de sensibilizar a los trabajadores del volante para que no formaran parte de la explotación sexual infantil y adolescente. 

En este aspecto enfatizó que la zona de Rodó y Cardona es muy vulnerable por el hecho de que el tránsito, sobre todo de camiones, es intenso y muchos de ellos tienen su parada en esa zona del departamento. 

La idea es trabajar en localidades pequeñas donde, sin lugar a dudas dijo, debe haber casos que no son denunciados. 

Los integrantes de la ONG "El Paso" explican que el término prostitución infantil no es adecuado ya que no refleja el problema cabalmente. La comunidad internacional ya no lo utiliza porque existe una diferencia entre prostitución y explotación sexual. 

La primera de ellas refiere a la idea de intercambio sexual remunerado donde existe consentimiento, voluntariedad y acuerdos entre las partes. 

En el caso de niños y adolescentes no es posible pensar en términos de intercambio, no se puede hablar de acto voluntario dado que no es válido el consentimiento en el marco de una relación y abuso de poder. Un niño o un adolescente siempre se encuentra sometido y explotado en estas situaciones, por tanto, hay que tener cuidado con los términos que se utilizan.