Eduardo de León dijo que la idea es comenzar a avanzar y formar sobre determinados temas que tienen que ver directamente y en este caso, sobre las ideas socialistas en el Uruguay.
La formación es interminable dijo, pero lo que se pretende es discutir, presentar determinados tópicos, y en esta instancia es el pensamiento socialista y lo que ha tenido que ver con el desarrollo del Uruguay con los problemas que ha habido en el siglo XX y parte del siglo XXI.
Desde Emilio Frugoni hasta el presente estas ideas respondieron a estos problemas y desafíos que tuvieron que afrontarse.
El Socialismo
Expresó que cuando se habla de socialismo, se está haciendo referencia como dijo Frugoni “a un movimiento que lucha por la justicia social. Era la definición más simple posible porque las otras son más complejas. Hablamos de un movimiento histórico de la humanidad que lucha por la máxima justicia social en libertad”.
Manifestó que “Uruguay ha venido haciendo algunas cosas como país en esa dirección, más de lo que creemos. Ha alcanzado logros mayores a los que la propia sociedad percibe y es normal porque los cambios son graduales. La revolución que vivió este país en los últimos 50 años sacudió la de las familias de hace 60 años por lo menos pero desgraciadamente tiene costos y por eso hoy estamos hablando de la no violencia contra la mujer, que en parte está relacionada con la formación de una nueva mujer, y el desafío de la creación de nuevas masculinidades. Esto es producto de una revolución que no tiene antecedentes en la historia de la humanidad; y una parte del mundo, y Uruguay en ese contexto, está siendo vanguardista en Latinoamérica habiendo cambios que no había hecho en tres mil años y sin embargo los vivimos gradualmente en nuestras casas, en nuestros trabajos y en tantos otros lugares”.
Agregó que Uruguay también esta haciendo cambios en lo que tiene que ver con el desarrollo pero hay grandes y muchos desafíos.
“El socialismo democrático no es algo terminado, es una tarea permanente, casi infinita porque mientras haya seres humanos seguirá existiendo el deseo de emancipación”.
Socialismo Democrático
Uruguay, dijo, partió de una situación de rezago en materia de desarrollo, ha logrado niveles económicos mejores, hay desafíos en términos de valores, hay conflictos de valores pero estos son normales en los procesos de cambio. “Creer que una sociedad tiene que ser homogénea con una cultura única es un error. Por eso es que no se puede decir que perdimos valores, hay cambios que son negativos, Uruguay no es una isla, forma parte de la globalización y ésta es un proceso donde hay ganancias formidables, como las posibilidades que nos dan las redes, de intercambio de internet, pero perdemos contacto personal.
Las revoluciones producen incertidumbre, inseguridad y para ello el socialismo tiene un dispositivo de solidaridad y de respeto hacia la autonomía individual, que puede hacer una contribución para obtener una comunidad más libre y más justa”.
Wilson y el Socialismo Democrático
De León afirmó que Wilson Ferreira Aldunate no estaba en la línea social demócrata sino que “tenía otra tradición y cultura política, de un nacionalismo de sensibilidad progresista que tenía puntos de confluencia con la izquierda democrática del país. Había puntos de diferencia también. Había tradiciones distintas. Wilson no era un socialista demócrata pero era un hombre que tenía puntos de coincidencia con la izquierda democrática”, concluyó.