La Iglesia Católica en Uruguay clausuró ayer el Año Santo de la Misericordia con una Misa en la que participaron más de 7000 peregrinos que llegaron desde todos los rincones del país al Santuario Nacional de la Virgen de los Treinta y Tres, para homenajear a la Patrona de la Patria.
La multitudinaria Misa estuvo presidida por el Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo, y concelebrada por todos los obispos, decenas de sacerdotes, diáconos y seminaristas.
En su homilía, el Cardenal Sturla resaltó la cantidad de obras de misericordia realizadas durante este Año Santo y llamó a construir fraternidad en una sociedad fragmentada. Subrayó, asimismo, que la Patria nació católica “de la mano de María” y lleva 400 años de presencia ininterrumpida en nuestra tierra.
Muy temprano llegaron a Florida peregrinos que salieron desde sus localidades hace 3 días, a pie y a caballo, para rendir tributo a la Patrona de la Patria. Este año se sumaron muchos jóvenes de Montevideo que peregrinaron varios kilómetros para llegar hoy a saludar a la Virgen de los Treinta y Tres.
Al inicio de su homilía, el Cardenal recordó cuántas obras de misericordia se han realizado durante el Año santo convocado por el Papa Francisco. “Podríamos traer al altar todas las obras de misericordia que hemos realizado a lo largo del año: visitas a los hospitales y a las cárceles, el acompañamiento a los enfermos, tantos servicios a los que más nos necesitan, de los que llevan el Evangelio como hace siempre la Iglesia, de llevar una mano tendida, dignificar a la persona y decirle que es un hijo de Dios y que por eso está llamado a una vida digna”. Sturla destacó también la obra que realizan muchos jóvenes que de noche rezan, preparan una olla de comida y llevan el alimento a los que están en situación de calle. El Arzobispo de Montevideo destacó que la realización de esas obras misericordiosas permitieron vivir literalmente el Evangelio y aseguró que “nos ha renovado” .
El Cardenal subrayó que no solamente “hemos tratado de ser misericordiosos como el Padre”, sino que “el Señor nos ha misericordiado” ya que “hemos ido una y otra vez a celebrar el sacramento de la reconciliación, hemos pedido perdón por nuestros pecados y hemos recibido el don de su Gracia que supera ampliamente nuestras faltas”. “Esta Gracia no es solo para nosotros que creemos en Dios, que pertenecemos a la Iglesia, Pueblo Santo suyo, sino que queremos que toque a todo el Uruguay”, puntualizó.