Aunque este sábado las 25 familias integrantes de COVIPOLMER recibieron su llave para ingresar a sus viviendas, logradas después de varios años de trabajo, no cuentan con luz ni agua debido a una mala gestión de los organismos estatales.
“Estaremos a la espera de la conexión de los servicios hasta que se les ocurra a ellos” dijo el Presidente del grupo cooperativo inaugurado. Gustavo Manzanarez destacó a Crónicas que se trata de una Cooperativa que se inició por el 2007 tras la gran crecida de las aguas del río Negro que obligó a muchos a dejar sus hogares y no querer volver a pasar por lo mismo una vez más.
Al comienzo fueron varias familias de funcionarios policiales afectadas por la inundación que se juntaron y formaron lo que hoy es COVIPOLMER.
“En el 2012 se logró obtener la Personería Jurídica oficializándose como cooperativa y se tuvo la gran ventaja de poder obtener el préstamo en la primera presentación a sorteo ante el Ministerio de Vivienda a fines de ese año. A partir de ahí comenzó la etapa de la construcción. Pese a todos los esfuerzos las obras se pudieron iniciar recién en junio de 2014 pero felizmente hoy llegamos al final de un largo proceso”.
El Grupo
La Cooperativa está integrada por 25 familias, que se desempeñan en distintas ramas de actividad.
El predio donde se levanta el complejo fue testigo de esta fiesta donde no faltaron los abrazos, las lágrimas, los agradecimientos pero también los reclamos.
“Tuvimos que hacer el acto de inauguración porque los tiempos apremiaban. Los vecinos están haciendo mudanzas provisorias y precarias porque lamentablemente tanto OSE como UTE por motivos internos de ellos no nos han colocado los servicios indispensables. Los trámites que corresponden en estos casos como cooperativa, los hemos hecho en tiempo y forma. En los plazos estipulados, pero seguimos esperando a que se decidan a tomar cartas en el asunto para que vengan a hacer las obras de conexión.
Ya pagamos lo que teníamos que pagar, hicimos los trámites que correspondían pero no contamos con los servicios. Varias familias nos estamos mudando, pero no tenemos ni luz ni agua. La necesidad nos lleva a mudarnos porque algunos tienen el desalojo; otros confiando en que las obras terminarían en junio de este año no renovaron contrato de alquiler por tanto deben entregar la casa que estaban ocupando”.
Reconoce que es triste tener que reclamar estas cosas cuando lo que tendría que primar es la alegría y no tener que pedir públicamente que sean atendidas estas cuestiones, pero “los trámites administrativos que ellos requieren ya están hechos, como directivo me hice personalmente cargo de los mismos pero ellos argumentan que no encuentran al responsable de la obra, que no encuentran la nota, pasa de escritorio en escritorio pero nosotros seguimos esperando. Cuando quieran venir a poner la luz y el agua acá estaremos esperando”, concluyó con tristeza.