Varios elementos vienen explicando la caída de la cantidad de préstamos hipotecarios que se otorgan en la actualidad. El número se ha reducido a menos de diez por día y de acuerdo al promedio mensual del último año, se entregaron 259. El tema se explica como un reflejo de la situación económica donde el aumento de la tasa de desempleo sumado a la desaceleración del poder de compra de los trabajadores, ha incidido negativamente en la posibilidad de acceder a un préstamo hipotecario.
Las previsiones son de que la situación puede seguir en los próximos meses, aunque el ritmo de caída irá bajando. En el mediano plazo en cambio, se dará una mejora sustantiva.
Medidos en dólares, los precios que pedían los propietarios por sus inmuebles se habían incrementado durante el segundo trimestre de 2016. Así, se cortó cerca de un año de estancamiento. Igual, si se consideraba la caída del tipo de cambio y la suba de los salarios a lo largo de este mismo período, la capacidad de los hogares para acceder a un inmueble aumentó en los últimos tres meses por primera vez, tras al menos dos años de caída.
El poder de compra de metros cuadrados en Montevideo que poseía un salario promedio había caído 7,5% entre junio del año pasado y marzo de 2016.
Este fenómeno se modificó entre abril y junio de este año.
Para financiar un inmueble medio (apartamento de dos dormitorios y 65 m2) y cumplir el requisito de ingreso mínimo que estipulan los bancos –la cuota mensual en unidades indexadas no puede superar el 30% del ingreso familiar–un hogar uruguayo debía ganar $ 86.500 en junio de 2015. Esa cantidad trepó a $ 104.100 en marzo de este año, y descendió en junio a $ 100.600.
De esta manera, en el último trimestre hubo una mejora en la capacidad de los hogares para acceder a un inmueble.