Mariano Rodríguez en primera instancia se refirió al premio logrado días atrás en Esteio, señalando que este tiene una importante trascendencia, recordando que el pasado año habían obtenido la reservada Gran Campeona y en este año fue la Gran Campeona de la raza. Además, en la fila de machos el Reservado Gran Campeón y el tercer macho son hijos de “La Estela”, lo que marca la genética.
“Ahora estamos en el Prado con la expectativa de siempre, no sólo de competir, sino también de venir a aprender, ver otras razas y evaluar la labor que durante todo el año se realizan en las cabañas.
En el Prado están presentes tres machos y cuatro hembras, de las cuales tres vienen sólo a ventas y una de ellas, sí a competir.
En estos momentos en “La Estela” se está viviendo un momento muy especial del año porque se están dando las pariciones y allí comienza la etapa de preparación de ejemplares que quizá en dos años estén en el Prado. El trabajo es en equipo, de estar en familia y muchas veces el cuidado de los animales nos lleva a que no haya un día de descanso, pero realmente es una labor que va pasando de generación en generación y que hacemos con gusto.
Nuestro establecimiento ha trabajado mucho la genética, es un tema difícil de mantenerse y por ello siempre hay que estar actualizado; saber qué sangre están usando las cabañas que andan bien, porque sin dudas que todo es un aprendizaje”.
Explicó que en la primera jornada en el Prado a los animales se les retira una muestra de lana donde a través de un examen se determina la fineza de la misma, el color y la calidad. Sin dudas que los animales cuando ingresan a los galpones sufren un poco el cambio.
En estas jornadas se realiza una preparación especial de los animales, marcándose todas las líneas del vellón, se comienzan a pesar y mañana y el martes estarán en pista con la jura respectiva.