El Banco de Previsión Social (BPS) podría ahorrarse US$ 100 millones en pago de subsidios por enfermedad si se incrementaran los controles, según surge de un trabajo técnico elaborado por el experto en seguridad social Alberto Sayagués Laso. El informe, que fue manejado por la representante de los empresarios en el organismo, Elvira Domínguez, al comparecer esta semana en la comisión de Seguridad Social de Diputados, que fueron convocados por el diputado nacionalista Pablo Abdala, sostiene que en Montevideo "habría 148.233 ausencias por motivos de salud en exceso no explicadas".
El estudio, que manejó datos de 2014, sostiene que la tasa de subsidios paga en Montevideo dista ampliamente de la del interior, y "como no hay razones para sostener que haya tantos más enfermos en Montevideo que en el interior, es posible considerar que el diferencial de tasas analizado" que da 51,2% para Montevideo y 29,1% para el interior "nos presenta un número de 148.233 subsidios" al año, "que exceden la tendencia del interior y que no tienen una explicación por el lado del salario real, de los topes de BPC o del número de afiliados".
Así, el estudio plantea que si esas 148.000 ausencias tuviesen una duración promedio de 15 días, con un valor de subsidio de $ 4.233 —tomando en cuenta el panorama de 2014 sobre el que se basaron las certificaciones— "estaríamos hablando de US$ 27 millones en exceso", pero "si ese número de subsidios en exceso no explicados fuesen de 30 días estaríamos hablando de US$ 54 millones".
Según Domínguez "estas son hipótesis de mínima, sin tomar el aumento del valor de la BPC ni ningún aumento, lo que está explicado por nuevas disposiciones", por lo que "si agregásemos todo esto, estaríamos llegando a los US$ 100 millones".
Para dimensionar la cifra, en 2015 el BPS pagó más de $ 4.200 millones, o sea más de US$ 150 millones en certificaciones. Durante el 2014 el BPS pagó US$ 149 millones por subsidios por enfermedad y complemento de accidentes de trabajo a 441.736 empleados, mientras que en 2013 fueron US$ 123,5 millones a 429.572 personas.
Domínguez considera que la diferencia en la cantidad de certificaciones en Montevideo respecto del interior se da porque fuera de la capital existe una especie de "control social" porque "todo el mundo se conoce" y, entonces, "si uno no va a trabajar es fácilmente detectable por el resto de los ciudadanos, lo que no ocurre en Montevideo".