Ya está en vigencia desde la medianoche anterior el Nuevo Código de Proceso Penal, una compilación de normas relacionadas con una de las ramas de la justicia. Su aplicación marca un antes y un después en la historia de los procesos judiciales y por ahora no estará interrumpido ya que la asamblea de AFJU finalmente declinó ir a la huelga.
La decisión de la Asamblea de la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay se tomó por muy estrecho margen. De cualquier manera la mayoría descartó ir a la huelga por tiempo indeterminado, una alternativa que se iba anteponer a la aplicación del nuevo CPP y ratificar la decisión de optar por el diálogo con el Poder Ejecutivo.
El sindicato está estudiando nuevas medidas para visibilizar el reclamo, lo que dependerá de una serie de sugerencias que están a estudio de una comisión especial.
Desde hoy un nuevo tiempo
El Código del Proceso Penal implica el fin de las investigaciones judiciales a cargo de los jueces y su sustitución por los fiscales. Estos (que no dependen de la estructura judicial sino del Ministerio de Educación y Cultura) tendrán la competencia de tomar a su cargo la investigación de los hechos delictivos, interrogar a los supuestos delincuentes, trabajar conjuntamente con la policía en la búsqueda de pruebas, disponer medidas especiales mientras el acusado no perderá la libertad, salvo causas excepcionales.
De esta manera podrá llamar poderosamente la atención de la opinión pública que al día siguiente de un hecho delictivo de notoriedad, el supuesto delincuente siga caminando por las calles durante días, semanas o meses.
Pero al fin de la investigación, cuando la fiscalía conjuntamente con la policía haya reunido la totalidad de las pruebas que considera necesarias para juzgar el hecho, las llevará al Juzgado en una instancia que ahora será pública, con presencia de la prensa y de cualquier vecino que desee presenciarla.
En una sala especialmente conformada se ubicará al Juez en el centro de la escena y a cada lado el acusado con su abogado defensor y frente a él en otra mesa la Fiscal acompañada por la víctima que también podrá intervenir, hacer acusaciones y realizar pedidos especiales.
Culminada la audiencia, el Juez dictará la sentencia que puede ser inmediata o después de un tiempo prudencial de reflexión, y recién allí el acusado terminará en la cárcel por el tiempo que le haya correspondido.
Como se ve, el cambio es altamente significativo. Está además rodeado de numerosísimas interrogantes.
La justicia quedará en consecuencia dividida entre las causas que comenzaron a dilucidarse antes de la medianoche de ayer que seguirán el proceso por el régimen anterior y las nuevas, que como se dijo, pasarán directamente al denominado Régimen Acusatorio.
En el caso de Mercedes la Fiscalía que está ubicada en la finca de 18 de Julio y Ferreira Aldunate, acera suroeste, cobrará un protagonismo excepcional. En ese lugar los funcionarios compartirán el ajetreo propio que hasta ahora tenían los Juzgados, en instancias en las que la policía, los denunciantes, los familiares y los acusados compartirán la parte fundamental del proceso en todo el tiempo que dura la investigación.
Los fiscales tendrán hasta un año de plazo para reunir las pruebas que necesiten, aunque naturalmente todo apunta a que la velocidad será la característica de los nuevos procesos.