Una interesante charla donde el tema central fue el mercado mundial de granos y carnes y los determinantes de su comportamiento, ofreció ayer el Ingeniero Agrónomo Roberto Vázquez Platero.
La actividad se cumplió en salones de la Asociación Rural de Soriano con la organización de Santander Advance, reuniéndose un importante número de productores, técnicos y profesionales de todo el departamento.
Vázquez Platero se refirió en primera instancia a las razones del cambio “fantástico” que a principios del 2000 tuvo el campo uruguayo.
Dijo que desde hace algún tiempo se viene hablando que el mundo se quedará sin alimentos, considerando que eso es un mito, porque la realidad es que se va a tener que seguir produciendo, peleando por los mercados y Uruguay debe explotar las cosas buenas que tiene, pero sin dudas -afirmó- nadie nos regalará nada.
“Hay una importante cantidad de granos y carnes en el mundo que hacen pensar que podremos tener precios mayores o menores, pero el mundo no va a ser ese mundo fantástico que tuvimos hasta el año 2014.
Creo sin dudas que la soja, que ha invadido el Uruguay, está para quedarse y sobre todo en esta zona. El productor, el uruguayo, debe pensar en ser cada día más eficiente, usar más tecnología, más precisión, porque cuando hubo precios buenos se reaccionó de otra manera y se produjo mucho más. Todo esto debe ser acompañado por el gobierno y no puede ser que haya rutas intransitables como por ejemplo el tramo entre Cardona y Rosario que me tocó recorrer hace pocas horas. No es justo que con la bonanza que tuvo Uruguay durante diez años de un sector agropecuario que puso, produjo y aumentó las exportaciones a cifras que nadie soñaba, no se haya gastado en hacer las rutas bien”.
¿El productor debe seguir entonces centrando su labor en granos como la soja, el trigo y el maíz o debe buscar otros?
“Soy partidario de que el productor decida qué producir. No comparto el concepto de que el Estado sea el custodio de los recursos, no porque no haya que hacerlo, sino porque es el Estado el que me trata muy mal en muchas cosas. Más allá de la decisión que tome el productor, lo que sí es importante es que esté bien informado, porque lo que nos pasa a nosotros muchas veces no tiene nada que ver con el agro, sino con el mundo financiero”.
¿Cree que la ganadería ha sido desplazada y debe acentuarse la labor en la cría de cabezas de ganado?
“Sí hubo un desplazamiento de la agricultura hacia la ganadería. Se achicó este rubro, dejó de crecer en muchos lados y si lo miramos, vemos que esta labor fue desplazada desde estos departamentos hacia el norte del país. Eso fue producto de una rentabilidad agrícola en los granos que así lo hacía. Volver atrás es difícil porque hay que invertir mucho en ganado aunque, el desafío sigue siendo producir más carne aunque no estemos en lugares tan buenos, pero sí tenemos claro que esto se puede lograr.
Los feedlots tienen un futuro muy importante, las hormonas también y para tener en cuenta algunos números, Uruguay por cada animal del rodeo, produce unos 50 kilos de carne”.
Desde el gobierno se ha promovido el cuidado de los suelos, del agua y controles en fumigaciones, ¿qué otra medida cree usted que debe implementarse para cuidar el campo uruguayo?
“Esos problemas son de tiempos inmemoriales. Lo tengo muy presente desde que comencé a trabajar siendo muy joven y siempre pensé que quien debe cuidar mejor el campo es el productor. El Estado debe informarle muy bien cuáles son las consecuencias que sufrirá por lo que hace, pero no prohibir, porque me parece que el Estado no es muy buen administrador de nada y a la prueba está lo que hicieron en Ancap. Cuando me digan que esta empresa funciona como por ejemplo Tienda Inglesa, ese día yo le daría el derecho al Estado de que nos venga a decir qué hay que hacer en los campos”.
¿Qué concepto tiene usted sobre la forestación y una tercera planta de celulosa que se anuncia para el país?
“Siendo ministro yo mandé al Parlamento la Ley Forestal que fue un ingrediente más dentro de un cambio muy importante. En ese momento se le daba subsidio a esa producción porque la gente no invertía en eso.
Creo que hoy el Uruguay está frente a otro problema. Esta planta a mi me genera una reacción muy especial porque está bien que se instale, pero con lo que no estoy de acuerdo es que se estén negociando las condiciones para venir a invertir. Eso no se hace y es el gobierno el que debe marcar la cancha. De esta manera, creo que el gobierno va a terminar pagando una montaña de plata, porque como hizo las cosas tan mal, hoy está desesperado en conseguir inversores y sobre esa necesidad se va a montar una empresa que va a ser casi monopólica.
Estamos vendiendo el patrimonio al precio de la necesidad y eso no es lo que el país debe hacer como política”.