Primavera electoral 

Arranca la primavera por las tierras del sur, al fin parece ser que el largo invierno uruguayo va quedando atrás, frío y húmedo como suele serlo, va dejando paso a días más largos, y si bien a la noche las temperaturas aún son bastantes bajas, ya se siente el calorcito del sol primaveral. Sabemos que el sol y el calor mejora los ánimos, alienta la vida al aire libre, y como en la naturaleza, todo recobra fuerzas y color. 

En ese marco también parece estar la vida política de país, a tan solo un par de semanas de las elecciones nacionales, parece ser que la campaña política va tomando también impulso y la discusión parece aumentar.   

Las estrategias de campaña se desarrollan, y con ello la presencia de los candidatos y su exposición pública. Ello para nada significa que estemos presenciando argumentos y discusiones de calidad, todo lo contrario, el nivel general es paupérrimo, las discusiones no tienen la altura de otrora, ahora se desprestigian solo con chascarrillos, con sobrenombres degradantes, y con acusaciones de un nivel muy bajo, que se transforman en un circulo vicioso de dimes y diretes que hasta ahora ningún candidato logra superar. 

Por supuesto que no es casualidad, si el nivel de la disputa es tan bajo es porque hay un público grande para esa oferta discursiva, pero además, es muy notoria la baja en la calidad de los candidatos en relación a elecciones anteriores, y no preciso irme a la época del pepe Batlle, o de L. A de Herrera, sino solo unos períodos hacía atrás.   

Sucede además en todos los partidos políticos, claramente en la izquierda ya no hay líderes como lo fueron Seregni y los otros fundadores del FA, incluso después con Tabaré y Astori. En el partido Colorado ha quedado muy atrás el nivel intelectual y de estadista de Sanguinetti, el propio Jorge Batlle, lo más notable del candidato actual ha sido un spot publicitario mostrando los bíceps en un gimnasio y diciendo que quiere adoptar un perro. Mientras que en el partido Nacional es muy claro que el candidato actual está muy lejos del presidente en todo sentido, y no logra capitalizar las fortalezas de Lacalle mostrándose como su sucesor. 

Y para frutilla de ésta desvencijada torta electoral, tenemos al Pit Cnt y esa alocada epopeya de intentar modificar la Constitución dinamitando la reforma de la Seguridad Social, lo que merece algún comentario al respecto. 

Lógicamente ha tenido cabida en mucha gente el discurso que lo que pretenden evitar es que las personas deban trabajar más años, y todavía para ganar menos, que quieren aumentar las jubilaciones, y poner todo ello en la Constitución cosa que no dependa del gobernante de turno. Sus militantes lo exponen en sus carteles “quieres trabajar 5 años más”, a mi si vienen mañana y me ofrecieran que por arte de magia todas las calles sean cuesta abajo, no dudaría en votarlo, pero sin embargo, sospecharía que algo no cierra, hay algo que no me están contando, pero quizás sea de puro desconfiado nomás. 

El potencial ministro de Economía del FA, Gabriel Oddone, que firmó una carta junto a otra centena de expertos de izquierda, advirtiendo que si se aprueba el plebiscito sería catastrófico, que habría que aumentar el IVA actual, (que ya es de las tasas más altas del mundo), de 22 % al 35 %, ahora ya relativiza las consecuencias y parece ser que no sería tan grave, tiene su lógica no puede tirarse en contra al Pit y la extrema izquierda del FA antes de arrancar. 

Este país depende de la inversión extranjera, por ello la cantidad de beneficios de todo tipo existentes a un emprendimiento internacional, basta recordar lo que el propio FA tuvo que hacer para que se instalara la 2° UPM en Durazno, les hicimos hasta un tren, además de una Zona Franca alrededor de la fábrica para que no paguen un peso de impuestos. Lo que es preciso reconocer es que en caso contrario la fábrica no se instalaría, no se hubieran generado los miles de puestos de trabajo entre otras consecuencias positivas que la inversión conlleva. 

Desde hace ya varios años, la principal ventaja competitiva que tenemos no es la rentabilidad, tampoco el puerto, y menos la calidad de los recursos humanos como supo serlo en algún momento, el principal activo que tenemos es la seguridad jurídica, el respeto por los contratos, y también la relativa previsibilidad en la política económica, sin importar quién gobierne. Todo ello se va al diablo con la aprobación del SI, se derogarían las Afaps y se cambiarían muchas de las reglas de juego existentes hace 30 años. 

El dólar ya está sintiendo los efectos de la mera posibilidad, el riesgo país se iría a las nubes, con ello el costo de la deuda, no hay que olvidar que ya pagamos más de 2 mil millones de dólares de intereses, y habrá que tomar más deuda porque el déficit fiscal también se irá para arriba, en fin, no vale ni la pena gastar tinta en cosas que son bastante obvias y además expresadas por la inmensa mayoría de los agentes públicos en éste país. Siempre se intenta dar las dos campanas de los diversos temas, pero en este caso la campana positiva de que llegue a aprobarse el plebiscito solo me remite a su slogan, trabajar menos y ganar más, ¿quién podría estar en contra?, al igual que todas las calles cuesta abajo, también de paso podríamos pedir que todo el año sea primavera. 

Mientras tanto, los problemas del país siguen, las Asambleas docentes que piden que se pare con la reforma educativa, el PBI (Producto Bruto Interno) sigue estable con un crecimiento bajísimo que no le da margen ninguno al país para el desarrollo, los homicidios que no cesan, es año electoral por lo tanto no pidamos que cambie ni mejore nada, ya sabemos que poco se hará de aquí a Marzo. 

Habrá que buscar en otros lados las alegrías, el renacer que ocurre en cada primavera seguro ayuda, a diferencia de lo que decía Marx, en Uruguay no es la religión el opio de los pueblos sino el futbol, la novela del loco Bielsa y los jugadores de la selección nos mantiene más atentos que la política, además medio país aún está contento con el resultado del clásico del domingo pasado, y la otra mitad (más varios) ya pensando en la semi por la Libertadores, en fin, que no decaiga el esfuerzo en la búsqueda del optimismo.

(Los comentarios son estrictamente personales y no comprometen a ninguna Organización)

Gonzalo E. Cuadrado Arias

Licenciado en Administración–Contador egresado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República, Profesor Técnico egresado del Instituto Normal de Enseñanza Técnica de la ANEP, y Máster Internacional en Administración Tributaria y Hacienda Pública de la Universidad UNED (España).

Encargado de Departamento de Auditoría de la División Fiscalización de la Dirección General Impositiva, habiendo participado de diversos Congresos y Seminarios Internacionales como representante uruguayo.

Coordinador Latinoamericano para la Red de Expertos en Hacienda Pública del Centro de Educación a Distancia para el desarrollo Económico y Tecnológico (CEDDET) de España, así como Redactor Jefe de la Revista Especializada de la misma Red.